Hoy, el día ha sido prolífico
en las denuncias de los despropósitos.
Como dijimos ayer, sin
perder tiempo, hemos remitido la correspondiente denuncia ante la inspección de
trabajo por el tema de los retrovisores de los vehículos del aeropuerto.
El resto de organizaciones,
en su legítimo derecho, no han entendido oportuno hacer nada, es más, incluso
algunos de sus delegados defienden la acción de la gerencia de eliminar los
retrovisores que cuestan cada uno, según estos, 1500 euros.
Si a lo anterior le
sumamos el coste de los retrovisores nuevos y de la mano de obra de montaje y
desmontaje, podemos concluir que con ese dinero tendríamos para lavar la
delantera del coche a mano durante 17 años.
La empresa, conociéndonos,
han corrido para poner esos coches en servicio, concretamente uno de ello, el
1504…¿resultado?...pues de vuelta a los corrales por fallos de corriente que
impiden su puesta en servicio…retirada de este y consiguiente perjuicio a los usuarios…claro que el gerente pensara que como son guiris…pues que se vayan a
su tierra con la imagen tercermundista de nuestra empresa y de paso de la de
toda la ciudad.
En fin, más de lo mismo
desde la llegada de este educado gerente, que cuando no le bailamos el agua ni
cumple los mínimos principio de educación, como es dar los buenos días o las
buenas tardes, lo que ya le deja claramente a la altura ética y moral que le
corresponde, porque en la fase técnica solo podría mejora al estar en los
niveles más bajos que se han conocido en la historia de Tussam.