Mientras el resto de organizaciones sindicales se afanan por aprobar protocolos de acoso que permitan a la empresa tener más armas disciplinarias subjetivas hacia los conductores, estos siguen desprotegidos frente a las agresiones.
Desde hace más de una década, ASC ha estado trabajando para
conseguir que los conductores seamos considerados como agentes de la autoridad
en caso de agresiones, es decir, que la agresión o intento de esta sea penalmente
perseguible y con condenas similares a las agresiones que puedan sufrir los policías.
Esta situación no es baladí, dado que si se terminase dicha gestion iniciada por ASC, aquel usuario o conjunto de
usuarios que se viesen tentados a realizar una agresión a un conductor sabrían que podrían ir a la
cárcel…y no como ahora que se queda en una simple multa...lo que significaría que con dicha consideración como agentes de la autoridad, el efecto disuasorio sería aún
mayor si cabe.
También tenemos que recordad que otros colectivos como
los médicos ya disponen de esta protección adicional, así como los
interventores de los trenes.
Todo el trabajo iniciado y realizado en esta materia por ASC
desde el 2008 hasta 2016, solo fue seguido, mínimamente, y a principios de la anterior
legislatura, por CCOO y SITT, no teniendo constancia de iniciativas al respecto
por parte de Cgt y Csif en ningún ámbito.
Tenemos que recordar que a pesar de que ASC negoció con
Torreglosa los protocolos de cortes de líneas en caso de agresión o altercado,
no se ha tenido iniciativa alguna en mantener vivos y efectivos los mismos,
ya que ni siquiera la denuncia que ponía la empresa a los agresores para
reclamar daños se está realizando actualmente.
No obstante, a finales de 2016, ASC en solitario, llevó este asunto a la Inspección
de Trabajo y gracias también a los paros parciales (que no fueron secundados
por el resto de organizaciones) se determinó con un hecho histórico en esta
empresa; dictamen de la inspección cortando el servicio a todo un barrio
humilde ante la actitud indolente en ofrecer soluciones por parte de políticos y empresa que estaban a otras
lides…el resto de organizaciones optaron por la callada, incluida esa que ahora
aspira a colocar de presidente al que en ese momento ostentaba la máxima responsabilidad
en dicha organización…¿presidente quien no se preocupa de la seguridad de los
trabajadores y estaba por entonces cimentando sus apoyos internos a base de
cervezas, manitas por el hombro y viandas varias?...cuestión de prioridades.
El jueves otro conductor tuvo que ser atendido por una agresión…aplaudimos la actitud
de diez de Jefes de Trafico y Supervisores…agradecimiento a los compañeros del
SITT, que se interesaron por la salud del compañero preguntando en la sección sindical
por su estado…lamentar que la empresa ni siquiera haya puesto la denuncia al agresor
por los daños causados al tener que paralizar un bus…
Finalizamos teniendo la misma sensación de indolencia que la empresa muestra hacia los conductores…
¿de verdad a ningún conductor le preocupa este asunto?...
¿de verdad tampoco preocupa que se incumpla el convenio y no nos abonen las subidas pactados?...¿ ni que se salten los limites de jornada?
¿Qué la poca carga ética y moral del aspirante a presidente le permita pasar tres kilos de hacer sindicalismo para dedicarse a su promoción personal?...
¿Qué la acción sindical mayoritaria sea la de condescendencia a los deseos de la empresa obviando las obligaciones, promesas y acuerdos firmados?...
¿de verdad estamos llegando a ese nivel de aburguesamiento?...
¿de verdad podemos creernos que la dejación de obligaciones y los atracos de la empresa sean recompensados por el silencio cómplice de los voceros y las acciones reivindicativas de ASC sean todas merecedoras de ataques, digamos lo que digamos o hagamos lo que hagamos?...
¿Qué intereses defienden esos voceros? ¿los de los trabajadores o del aspirante y su sequito?
La indolencia y el aburguesamiento pasara factura más pronto
que tarde…y el coste será muy alto…el jueves costó una nueva agresión…la semana
que viene podrá costar una privatización…para la otra un despido enmascarado en
presuntos acosos para callar la boca a quienes no sean sumisos…y; ¿Quién sabe?...en
tres años ¿un expediente de regulación de empleo que finiquite con despidos
incentivados y una brutal rebaja económica y social de las condiciones de
trabajo?…¿caerán en los despidos lo que salgan mas baratos, es decir, los mas nuevos? pues de momento solo se trata de suposiciones con grandes
posibilidades de convertirse en realidad…como las mismas predicciones que
hicimos en las elecciones de 2016, que hemos hecho en 2020 y que
lamentablemente se han cumplido…