Sabemos
que hoy día es difícil de entender el sentido de la honestidad…dicho sentido es
incluso vilipendiado por esos que defienden la picaresca, es utilizado para
meter a todos en el saco de la porquería…es utilizado por los mas picaros y
golfos para meter a todos en el mismo saco generando desconfianza hacia los que
ejercemos de manera clara la honestidad….lo hacen generando sospechas aunque no
tengan ningún dato para sustentarlo…sus mentes son primitivas…son hienas…hienas
a las que una vez desenmascaradas serán las personas honestas las que les
mantengan a raya.
Nos
ha llegado un texto que deja a las claras lo que es la honestidad…veréis:
Un
ingeniero español entró en una estación del metro de Estocolmo, capital de
Suecia. Allí notó que había, entre muchos tornos de acceso normales y comunes,
uno que daba paso libre gratuito.
Entonces le preguntó a la vendedora de ticket el porqué de aquel molinete
permanentemente libre para pasar y sin ningún agente de seguridad en las
cercanías. La dama, entonces, le explicó que ese paso estaba destinado a las
personas que, por cualquier motivo, no tuviesen dinero para pagar su pasaje.
Incrédulo,
acostumbrado a la manera española, no pudo evitar hacerle la pregunta que, para
él era obvia:
-
Y si la persona tuviese dinero, pero simplemente no quisiese pagar?
La vendedora entrecerró sus ojos azules y con una sonrisa de pureza
sobrecogedora, le respondió:
-
Pero por qué haría eso?
Sin
poder acertar una respuesta, el ingeniero pagó su pasaje y pasó por el
molinete, seguido de una multitud que también había pagado por sus ticket.
El
paso libre continuó vacío. La honestidad es uno de los valores más liberadores
que un pueblo puede tener. Una sociedad que ha logrado transformar ese valor en
algo natural, está en un estado de desarrollo, sin duda, superior.
Eso
es educación... También y antes que nada, Cultive este valor y transmítaselo a
sus hijos, a sus nietos, a sus alumnos, a la sociedad. Su mundo cambia cuando
usted cambia. No premiemos las prácticas fraudulentas, los negocios mal
habidos, la corrupción...
Hagamos
de la honestidad y buena fe un hábito.
Sin
duda un texto muy clarificador.