Sentaditos y sin moverse…cual si fuesen o fueran burdas copias de la patrona católica de la ciudad…sentaditos en sus atalayas a sabiendas que el fiel publico sevillano (el católico y el del postureo rancio del sevillano mas puebleril) abarrotara las calles hispalenses desde antes del alba para rendir pleitesía a quien se le presupone poderes divinos que refuerzan la fe de los fervientes seguidores.
Si, para los que somos más agnósticos supone un ejercicio de
fe, lo que no deja de ser una incongruencia hasta para nosotros mismos,
observar el seguimiento de algo o alguien representado por una talla de madera
y fielmente adorado por una multitud de personas que en su inmensa mayoría tienen
información suficiente como para tener claro que las atribuciones místicas de
la religión (de esta y de todas) pasarían, en el mejor de los caso, por una
burda e inmensa estafa a la inteligencia.
Sí, con el párrafo anterior seguro que habremos captado ya
la atención de quienes, desde su más que respetable fe, pueden entender, a
priori, este inicio de la entrada como un ataque a las creencias católicas…pues
ni mucho menos…pero si nos sirve de sustento para el resto del texto, siendo
conscientes que la fe religiosa tiene mucho de extremismo, lo que no es óbice para
mantener el respeto hacia las personas que la profesan.
Afirmar que la curia católica es una cosa y ser cristianos es
otra, no deben de sorprender a nadie, es quizás una da las verdades más empíricas
que se han dicho sobre la religión católica…bueno…dejémoslo aquí porque este no
es el tema.
Cuando hablamos de estar sentaditos, cual talla de madera a
la que ninguno de sus seguidores cuestiona, pero a la que se le atribuye determinadas
cualidades de poder místico, aun sin demostrar más allá de arcaicos textos,
podemos entender muchas cosas…¿alguien ha sido testigo en los últimos 50 años
de algún milagro de los “sentaditos?...aun así, ahí siguen…vendiendo humo…¿nos
referimos a los católicos?...está claro que no…a los otros…que también tienen a
un líder apoltronado, inerte, pero que genera mucha plata a su regente. (Invierte
las letras).
A día de hoy aun no entendemos que existan incuestionables
seguidores de alguien o algo que se ha demostrado inútil…nuestros ancestros
adoraban a quienes se les presuponía poderes inalcanzables por estos, a
deidades celestiales representadas en figuras inentendibles para la época…deidades
que a lo largo de la evolución y a medida que los conocimientos y avances tecnológicos
se abrían paso, fueron quedando en el ostracismo… A nadie, en pleno siglo XXI
se le pasaría por la cabeza adorar a un avión por el mero hecho de volar.
Hay quienes se empeñan en seguir diciendo que hay que adorar
al avión, o a Osiris, o a Apolo…por salvar un poco al catolicismo y no herir
sensibilidades…pero la información de la que a día de hoy disponemos sobre las
deidades y seres mitológicos nos debería de llevar a pensar que estamos ante
inventos antropológicos realizados con un claro interés de control social
basado en el miedo a lo desconocido…y que, generación tras generación, se
encargan de amplificar para mayor loa del dueño del chiringuito.
Siglo XXI; Tussam…tenemos nuestra inerte e inútil figura
sentadita en la poltrona a la que se le atribuye determinados poderes místicos
que aún no se han demostrado y que tiene fervientes seguidores apelmazados por
cierto modelos de un inculcado miedo a lo desconocido, pero que poco a poco están
abriendo los ojos...¿que seguirá teniendo fanáticos seguidores?...no cabe duda…¿Qué
habrá muchos de esos seguidores que lo hagan por mantener un rancio apego a la tradición
por puro postureo?...sin duda alguna…aunque en plena era de la información está
claro que podemos creer en la magia, para no perderle ese infantil encanto…aunque
todos sepamos que en el fondo no es más que un truco de prestidigitación digno , aunque XXI siglos antes que este, del mismisimno