En
todas las facetas de la vida existen cuestiones de las que previamente
conocemos sus fechas de caducidad.
Las
personas desaparecen, las ideas cambian, todo envejece, pero no siempre eso es
sinónimo de final si atendemos a la utilidad perpetua de determinadas
cuestiones independientemente de la fachada que expongan.
Estamos
convencidos que de todo lo obsoleto siempre hay alguna parte que es útil y en
muchas de las ocasiones el objeto integro, pero no siempre somos capaces de huir
de las modas, de lo mas “moderno” para darnos cuenta de la utilidad real de ese
objeto o idea independientemente de su fachada.
Es
una teoría muy fácil pero que es fácilmente confundible. Tenemos objetos que
están basados en la idea “retro” pero que carecen de las utilidades o la
durabilidad del objeto de referencia y por el contrario nos encontramos con que
algunos originales de época que prácticamente no tienen utilidad ninguna.
Podéis
apreciar que no se trata de blanco o negro, ni todo lo viejo vale, ni todo lo
viejo es útil, solamente la capacidad de discernimiento entre lo útil o lo
obsoleto determina la aplicación de la máxima.
Los
idearios sindicales nacieron sin obsolescencia programada, no así los métodos
para conseguir el objetivo y los sistemas que emplean los empresarios para
reprimir los instintos de mejora de la clase obrera.
En
la actualidad tenemos ejemplos sindicales que mantienen idearios bastante
loables y que por el contrario aun están encorsetados en viejos métodos que
fueron efectivos en su momento y que en la actualidad, debido al cambio de
estrategia de los empresarios, han quedado totalmente fuera de contexto. Al
contrario tenemos a otras organizaciones que han adaptado sus idearios a la
actualidad y que han perdido la capacidad de lucha al no generar armas nuevas
que contrarresten, de manera efectiva, al enemigo.
Tenemos
los ejemplos claros que pueden aclararos de manera grafica lo que decimos:
En estados unidos existe una bombilla que
lleva más de cien años encendida. Esta bombilla está fabricada con la
tecnología de la época, que genera una luz que para la época era una pasada,
aunque también el consumo era elevado como él solo.
A
día de hoy, un inventor español, ha adaptado las bondades de la eliminación de
la obsolescencia programada a las necesidades actuales generando un producto
eficiente y efectivo…
Sin
duda seguramente los haya que prefieran el primer modelo con todos sus
defectos, pero seguramente la mayoría se decanten por el segundo…¿Qué opinas?