Siempre se ha dicho que hay que saber sobreponerse a los
varapalos y más cuando, aun no siéndolos como tal, suceden circunstancias que hacen
modificar tu comportamiento conforme a lo previsto.
Nada nuevo, algo inherente al transcurrir de la vida.
El movimiento que se realiza para dar cobertura a los
imprevistos si definen mucho la personalidad de los actores. Tanto a quien
genera el imprevisto, como al que lo soporta y como los que pretenden sacar
partido del mismo.
El que genera el imprevisto para modificar tu comportamiento
es sin lugar a dudas el artista principal de la trama, bien que sea en positivo
o en negativo.
En este caso y entrando en lo negativo, está claro que quien urde
una trama con el objeto de hacer daño ya se define así mismo, lo mismo que cuando
de ayudas en positivo se trata…definiciones ambas en los extremos e
inversamente proporcionales.
En segundo lugar se encuentran esos que pretenden aprovechar
la sinergia generada para subirse al carro y sacar partido, en positivo o en
negativo, pero siempre en un modo absolutamente egoísta e interesado.
Quien o quienes soportan la trama tienen muchos caminos por
explorar, aunque el más acertado, cuando de acciones negativas contra el sujeto
se trata, es el de la absoluta indiferencia.
Existe una acción contundente, al margen de la indiferencia,
que puede contrarrestar tanto al atacante como al parasito y que en función de
nuestra resiliencia se hace mas o menos efectivo y hay que aplicarlo desde la más absoluta discreción; El
contraataque silencioso.
Todo esto viene a colación de un espinoso asunto que tiene
demasiadas connotaciones conspiranoicas, demasiados actores en liza…instigadores,
interesados, sátrapas, imbéciles ejecutores e incluso cabezas de turco ya
preparados para ser ejecutados en la plaza mayor…un compendio de variables estratégicas
que están sustentadas sobre una previsible base de acción-reacción que sin la
misma dará al traste con los espurios objetivos de los maquinadores de la
trama.
En este contraataque nos encontramos, silencioso pero publico
¿incongruente?...quizás…pero ¿efectivo?...nos gusta explorar esas variables que
otros son incapaces siquiera de ver.
Las cosas no ocurren por casualidad, menos en Tussam, momento
de la emisión del mensaje, coincidencia con la ruptura de la hegemonía habitual en materia
de ascensos, previsible estrategia para coartar los futuros prontitud de apoyos
privados inesperados, señalamiento de posibles ejecutores, extraña solicitud por parte de algunos de una de pena de
muerte de estos sin juicio previo, ausencia de apoyos públicos. Un sinfín de
señales que nos ha llevado a atisbar una vía que si continua en la línea actual
puede dar con más de una sorpresa…de ahí lo público de estas líneas.
A partir de ahora…a esperar acontecimientos, que sin duda los
habrá…sin olvidar a esos que pretenden aprovecharse internamente de los
conflictos…de esos nos vamos a encargar de una manera muy, pero que muy
especial.
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