La presidenta actual de la Junta es el paradigma de cómo se
debe de hacer política, de cómo hay que quitar caretas, independientemente de
que seamos de una u otra ideología, véase la jugada de romper un pacto
parasitario y jugárselo todo a una carta para no aguantar más chantajes de minorías,
chantajes que, dígase de paso, poco aportaron al conjunto de la sociedad y
mucho a intereses clientelares, los resultados posteriores lo dijeron todo.
El anterior alcalde también lo fue, paradigma de la coherencia
y de la confianza en el trabajo bien hecho por los verdaderos conocedores de
los asuntos, véase el gran trabajo realizado en Tussam.
Lamentablemente esos ejemplos quedan personificados y no se
extrapolan al conjunto de partidos políticos, sean de la ideología que sean, solo
tenemos que ver como incluso los partidos emergentes con una, presuntamente, mayor carga de influencia ciudadana llegan a
pactos con el diablo por unas pocas monedas.
Ni que decir tiene que no tenemos nada en contra de las políticas
de pactos, al contrario, así como tampoco estamos en contra de los pactos
contra natura si con ello se consiguen los objetivos planteados a los votantes
> aunque estos últimos están condenados a morir de inanición<. Sí estamos
en contra de la utilización de intrigas y estrategias para desestabilizar los
pactos, y no nos referimos a las fuerzas en la oposición., que eso es lógico,
nos referimos a los propios artífices…no hay que remontarse más allá de un año
para atisbar nuestra maniobra que tuvo como consecuencia la ruptura de algo que
ya nació muerto, ante los detractores
mayoritarios que desde las otras filas bombardearon el mismo o lo estaban
utilizando para paralizar la consecución de objetivos.
Dejando al margen el interno, que ya hablaremos de él,
tenemos una pregunta que dejar en el aire ¿Hasta qué punto se deben de dejar
influenciar, las organizaciones dominantes, por las minoritarias?...muchos
opinan que se convierten en rehenes y otro opinan que las dominantes absorben
la esencia de los minoritarios…quizás, solo quizás, un pacto basado en la
confluencia de intenciones programáticas, claro y con fechas de ejecución sea
el equilibrio perfecto…pero vete a saber si es el ideal, sobre todo porque hay
pocos ejemplos a los que acogerse.
La lógica no funciona en estos menesteres…la razón es muy
sencilla…Poder y votos, algo muy alejado de autoridad y votantes, que es lo que
debería de ser lógico…la lógica también nos dice que la autoridad la tienen los
votantes, es decir…la autoridad la tienes TU…a poco que seas capaz de
escudriñar mas allá de tu propia nariz…tened en cuenta esto y algunas cosas más
que os iremos contando de aquí a las elecciones generales…sin entrar en política
o en ideología, entraremos claramente en la lucha por la lógica y la coherencia…caiga
quien caiga…es lo menos que le debemos a los trabajadores que de nuevo pueden
verse utilizados como muñecos para intereses partidistas…ADVERTENCIA: CUIDADO
CON LOS CARAMELOS ENVENENADOS….no dudéis que van a venir.