La jornada de ayer nos deparo otro de los ya habituales
incendios en vehículos de las EMT, esta vez en Córdoba.
Nos generan demasiadas sospechas que este tipo de incidentes
se estén dando y de una manera tan reiterada en todo el país.
No sabemos qué tipo de intereses ocultos hay en toda esta
historia, pero es por lo menos sospechoso que desde ATUC aun no se haya dado la
voz de alarma y que, casualmente, en su momento todas las empresas del sector
apostaran por determinada marca o modelo de motores que son los que están concentrando
casi el 100% de los incidentes.
Si lo anterior lo hilamos con el índice de corrupción por
comunidades autónomas, resulta cuando menos coincidente que las acciones de
ATUC hayan estado pivotadas estratégicamente por un directivo de esa comunidad autónoma,
lo que no quiere decir que estemos señalando a nadie, pero que al menos es
peculiar.
Tampoco sabemos si algunas de las empresas afectadas por este
defectuoso material han demandado a la empresa suministradora, pero también es extraño.
Nuestra línea de actuación nos lleva a ser , al menos,
responsables y coherentes en nuestras actuaciones, sobre todo cuando se trata
de la seguridad de las personas. ASC
ha interpuesto la correspondiente demanda
ante la Inspección de Trabajo pero nos extraña que tanto las empresas,
esas que cuando estamos en conflictos nos acusan de “secuestrar a los ciudadanos”
cuando ejercemos un derecho FUNDAMENTAL, los periódicos que como perros fieles
del poder les siguen en juego a esos empresarios y políticos corruptos, así
como esos sindicatos que se rasgan la camisa erigiéndose en exclusiva como únicos
defensores de clase solo por hacerle favores a los suyos y que hacen mutis por
el foro cuando se trata de denunciar a sus amos.
Es evidente que nada contracorriente es más complicado y qué
duda cabe que hay poco salmón y mucho renacuajo, no solo en lo referente a dirección
de organizaciones políticas, empresariales y sindicales sino incluso en afiliación
de base.