La jornada electoral de
ayer confirma el grado de analfabetismo que existe en la sociedad actual…se ha
pasado del; “no entiendo de política” al más absoluto sadomasoquismo social.
En términos generales está
claro que una hegemonía socialista, o de otra índole, de tantos años desgasta
sobremanera y ello promueve el voto a la contra, estúpido, pero es así…lo que debería
de ser participación para cambiar lo que no gusta, se convierte en
analfabetismo político y social…Es como si alguien sin preparación se pone a
fabricar en el patio de su casa una bomba atómica solo porque el vecino tiene una
escopeta de cartuchos…estúpido y desproporcionado.
No vamos a entrar a
valorar la correlación de fuerzas, pero si creemos oportuno valorar la irrupción
de la extrema derecha de una manera tan rápida, es decir, se corrobora nuestro
eslogan de la campaña sindical de 2016: “que no te roben la memoria”…Las
consecuencias en el interno sindical ya las conocéis…imaginad a nivel político
a donde nos puede llevar, siempre salvando las distancias entre los compañeros
del resto de sindicatos con respecto a lo que se considera la extrema derecha.
Casi 100 años han pasado
desde la última vez que ocurrió esto a nivel democrático y poco mas de 40 desde
que se borro del panorama a la más rancia extrema derecha…ni de eso, ni de los
50 años de sometimiento social parece que se recuerda…y todo por votar a la
contra, por votar populismo, por votar al “sálvame”…cortitos de memoria, es
como querer sanar las heridas a base de latigazos.
No es habitual que
hablemos de política (no de siglas), pero el compromiso adquirido por todos los
sindicatos independientes pertenecientes a la CST y sobre todo este varapalo
social, hace que se antoje más necesario impulsar el compromiso social desde
las organizaciones sindicales como una manera contundente de frenar lo que se
puede convertir (de hecho hay un ascenso desmesurado) en la realidad de Europa.
Es fácil justificar la inacción,
culpar a la propia ultraderecha de su crecimiento, pero también es estúpido. La
autocritica y el propósito de enmienda es la única manera de combatir la subida
de los extremos: más de un 40% de abstención lo dice todo, es decir; un millón
de personas menos que en 2015, el doble de votos nulos y 2000 votos en blanco más
que en los últimos comicios. Que la participación caiga en votos en la misma cuanto
que tiene la fuerza más votada, ya lo dice todo.
En cualquier caso es
democracia y hay que aceptarlo, sin menoscabo de que se tenga que colaborar
para fomentar al menos la participación, porque poco más de la mitad
(suficiente electoral y democráticamente hablando) deciden por el resto…como en
nuestro convenio…lo que llevara ineludiblemente a que el pueblo paga las
consecuencias…no de sus decisiones, que también, sino de su inactividad social
y política…de buscar siempre culpables en vez de soluciones y si estas últimas
pasan por tener que moverse, que comprometerse…apaga y vámonos…
Como ha sucedido en
Tussam..culpar al tripartito es autoculparse por el voto….culpar a ASC es
buscar un chivo expiatorio para no mirarse sus propias vergüenzas…Todo viste
muy bien, pero sin participación activa, autocritica ni soluciones todo se queda un
circo…en el que los leones se comen al público, eso sí, mientras se comen a los
de la grada de enfrente el resto se divierte sin saber que los leones irán a
por ellos cuando den cuenta del los primeros…y encima sacaron la entrada para
ese espectáculo que decía...”pasen y vean como los leones se comen al publico”…y
van y sacan las entradas…