En esta vida cada cual tiene un espejo donde mirarse o un
ejemplo en el que verse reflejado que marca el devenir de sus actuaciones
diarias y por supuesto de su futuro a medio plazo.
Durante años, en Tussam, hemos tenido, o soportado, un modelo
sindical basado en el clientelismo y sustentado de una red de colaboradores
incrustados en la estructura de la empresa, con posibilidades de mando o de
acceso a información reservada, que a modo parasitario se servían entre ellos,
colaboradores y organización, para crear una red de poder paralela que cumpliese
las expectativas de ambos.
Ese modelo entro en decadencia cuando la anterior dirección empezó
a pedir cuentas y detecto que ya no tenían efectivo con el que abonar la deuda, ni el
supuesto aval que le daba una presunta capacidad de movilización. Ante ese
cambio de rumbo se produjo una desbandada en cadena de esos colaboradores
necesarios.
Pasaron los años y esos cuervos que volaron del cobijo de ese
árbol cuando escucharon el ruido de las moto sierras, como se suele decir; cada
mochuelo a su olivo, y fueron visualizando como otro árbol iba creciendo, no un
árbol fuerte y voluminoso pero al fin y al cabo soporta en principio el peso de
las sanguijuelas.
Durante muchos años hemos luchado contra el clientelismo
sindical y lo seguiremos haciendo. Por este motivo vamos a poner los medios
oportunos para haceros participes de las acciones habituales que realizan para
vender la burra de manera que sea complicado detectar sus miserables tácticas.
Una de las más habituales es la de trabajar con una red de
fieles perros que, desde la sombra, realizan un trabajo descalificatorio de
sindicatos y sindicalistas que entiendan como un estorbo en sus ansias de
poder. Esta red utiliza, para ganar la confianza de los oyentes en controles y
tertulias, la critica genérica dado que a ellos no les importa que le metan en
el saco del golfería y la poca vergüenza, pero siempre con un as en la manga
que utilizan de manera oportuna y estudiada para crear una posibilidad en el
oyente que les vea como la salida menos mala.
Esos ases de la manga son los que necesitan para convencer.
No es ni más ni menos que conseguir documentos con registros de entrada en la
empresas con fechas anteriores a la puesta en marcha de según qué asuntos, es
decir, cuando la red informativa falla y la empresa va a poner en marcha alguna
medida, realizan un escrito de petición de la puesta en marcha de esa medida y
por arte de magia aparecen con un sello de fecha anterior a la publicitación de
la medida por parte de la empresa. En épocas en las que su red de parásitos está
de vacaciones, se conforman con obtener la información minutos antes de su publicitación
e incluso en algunos casos incluso después, dando entrada por el conducto
oficial a un escrito que es casi coincidente con el texto del aviso de la
empresa. Todo esto hace creer al iluso que son ellos los que están haciendo el
trabajo cuando en realidad lo único que hacen es sustentar las propuestas de la
empresa y generar ese “conveniente” compadreo que también interesa a la
empresa.
Pero ¿a qué oyentes van
dirigidas estas acciones? Pues en realidad tienen dos destinatarios; primero aquellos
que están a la espera de favores de algún tipo, ascensos, cambios, listas de
espera para préstamos, etc., que no dudan en arrastrarse y que seguramente
formen parte de esa red de voceros a la espera de cobrar por los servicios
prestados. De otra parte están los que por algún motivo están dubitativos con
la organización en la que militan y creen a esos que aparentemente dejan en
evidencia a la misma con documentación precocinada.
Creemos que esto es blanco y en botella, aunque quizás no sea
el color más acertado, pero ya es hora de que vallamos desenmascarándoles antes
de que se enraícen de una manera más contundente, teniendo en cuenta que la
etapa más fructífera, económica y social, para los trabajadores de Tussam no fue otra
sino en la que los trabajadores dijeron en las urnas ! basta ya ! y les dieron
la patada en el culo a los anteriores, al fin y al cabo no se puede esperar
mucho de esos que suben de votos con un discurso o promesas y a las primeras de
cambio; donde dije digo, digo diego….en una emulación del marianico el corto…algo
que es habitual en muchas empresas del transporte, ya sean de buses o de METRO....pero sobre todo en el comercio...mirad esto para que podáis haceros una idea del peligro que tienen estos sinvergüenzas al servicio de las empresas