La autocritica es necesaria y aconsejable, es la única manera
de seguir evolucionando….el pensamiento parasitario es el principal enemigo de
la autocritica.
El parasito exprime a la víctima al máximo sin realizar
esfuerzo alguno…el huésped, en algunas ocasiones, permite al parasito como una
manera de aprovechar, en beneficio propio, el trabajo de este ultimo.
Esto es naturaleza pura y dura, ejemplo de la sociedad que
actualmente de manera mayoritaria se ha convertido en meras rémoras de un
huésped que se empieza a sacudir el parasito que ya no necesita y al que dejara
en terreno de nadie, terreno inhóspito para su supervivencia.
Ya estamos en ese terreno, ya empieza la proliferación de
falsos mesías y de rémoras, la mayoría, que piensan que los huéspedes volverán
y que siguen forzando a los huéspedes más cercanos a que siguen cargando con
sus lastrados cuerpos cadavéricos.
El pensamiento parasitario, el pensamiento que exige que el
huésped tenga la obligación de cargar
con su peso de forma incondicional…amenazando con dejar de prestar un servicio
que cree imprescindible para el huésped y que no le lleva más que a la condena
del huésped y por consiguiente a su propia condena.
Sobran estos últimos parásitos, estos y todos lo que no
quieran entender que solo el esfuerzo y no las encerronas son el
camino….recuperar la esencia de lo que en un principio fueron, recuperar la
autoestima, eliminar a los que quieren seguir siendo parásitos, a los que dicen
que el camino de vuelta a los orígenes
es imposible….eliminar a los que alimentan la negatividad.