La verdad es que estamos cansados de escuchar siempre las
mismas cantinelas y siempre los mismos demagogos que se aprovechan de la falta
de decencia para seguir haciendo su agosto.
Es hasta cierto punto usual escuchar a los políticos hablando
de confianza, de cambios, de soluciones, pero la verdad es que luego el ejemplo
brilla por su ausencia. Nos siguen tratando como ganado idiota que al final
siempre vuelve a caer en la misma trampa, la del voto inútil….. o votamos a los
mismos… o no votamos.
Que conozcamos, en la distancia corta, solo tenemos un ejemplo de política idearía
llevada a la práctica, lo tenemos bastante cerquita de Sevilla y se llama
Marinaleda..sí, sí, ya sabemos que ese ejemplo lleva al pueblo a tener que renunciar
a ciertos “privilegios ficticios” que se auto imponen a la sociedad a través de las economías de
mercado y que quizás este pueblo no sea el modelo panacea, pero existe coherencia, por
mucho que busquemos excusas en los sueldos del alcalde u otras cuestiones ya
que por encima de todo tienen tasa de paro cero, viviendas para todos, carecen
de medios represores, véase policía local, y un largo ect.
A nivel global también tenemos otros ejemplos más plausibles
y que parece que el pueblo ignora de manera reiterativa; La derecha…esa derecha
que, en cualquiera de sus siglas nacionales, regionales o locales, siempre hace
los mismo…todo para el poderoso y si hay migajas para el resto…no hay mas,
cualquier reminiscencia social que podamos atisbar esconde un negocio para los mercados..¿Os
suena el lenguaje exclusivamente economicista?...pues no hay más.
Tras esta introducción, inclinamos este texto hacia el lado
sindical y veremos que la solución al asunto
no es tan difícil.
La derecha sindical es la que es, no hay duda, ahí están los
datos…pero el problema no es la derecha, es la izquierda sindical, el exclusivismo,
la incapacidad de los trabajadores en discernir esta cuestión o más bien de
llevarla a la práctica, porque, otra cosa seremos, pero idiotas estamos convencidos de que los trabajadores
no lo somos.
La primera parte de este escrito estaba dirigido a la política
y en esas letras decíamos que renunciar a “ los privilegios ficticios” o al placer
del corto plazo era uno de los principales escollos, bien. Esto llevado al
sindicalismo es más de lo mismo, el beneficio personal por encima del bien común….en
medio…los prestidigitadores vende burras y charlatanes de feria, esos que con
discursos demagogos hacen cada vez mas manso al ganado.
El poder (político o empresarial) les da a ciertos sindicalistas
títulos de virrey en la ínsula obrera….estos sindicalistas imparten una justicia partidista
y partidaria que beneficia a sus adeptos y perjudica a los críticos….los críticos
cada vez menos y de menos calidad…y ahora viene lo bueno…el poder (político o
empresarial) le quita el titulo y los privilegios al virrey…¿que nos queda?...un
puñado de acomodados que no tienen capacidad de movilizarse, que no tienen idea
de cómo hacerlo, y que además están como el “pringao” al que los trileros han desplumado….buscando
la bolita como el pobre Vicente el de las almendras buscando a su mujer por los coches.
Todas las letras anteriores supondrían un ejercicio de
demagogia si no ofreciésemos soluciones reales…soluciones que pongan en riesgo el
supuesto estatus que tenemos los sindicalistas, soluciones que supongan una implicación
y un trabajo que supera a los medios de los que se dotan a los sindicalistas…soluciones
que simplemente son las mismas que llevamos ofreciendo en ASC, por supuesto
pregonando con el ejemplo, desde nuestra creación….implicación directa del
trabajador a todos los niveles…no nos vale la crítica como excusa para no hacer
nada…nos vale la implicación….nos vale que los afiliados participen, participen
en la toma de decisiones, participen en las acciones que se decidan y participen
de manera activa por puro idealismo…esto último va dirigido a los que ven la
bolsa de resistencia como un seguro de huelgas en vez de una herramienta…no por
interés económico….todo esto es lo que cada trabajador debería de exigir y
aportar a la organización que pertenezca…no hay otra….se acabaron los tiempos
de los virreyes …
Este análisis lo debemos de hacer a modo de propósito de
enmienda para 2013 y venideros…ya no valen los discursos vacios y la
utilización de las frases hechas de los que en su día fueron verdaderos
revolucionarios, solo vale la participación activa de la clase obrera, de
vernos en cualquier movilización social, de mojarnos…esto es una crítica a esos
que jamás vais a las movilizaciones y a esos que, desde pulpitos sindicales,
fomentan la pasividad, pero sobre todo a esos demagogos de redes sociales que jamás
han estado en movilizaciones, jamás han movido un dedo (que no sea para
utilizar el teclado) por el compañero de
al lado y que solo miran su ombligo o servir al amo en la ardua tarea de
fomentar el inmovilismo, la desgana y la pasividad.