Ser constructor no siempre es sinónimo de querer construir…como también la falta de perfección no tiene porque llevar al rechazo.
Lo que está fuera de toda duda es que; querer es poder…os vamos a contar una pequeña historia:
En un pueblecito aislado en la montaña necesitaban construir un vehículo que les conectase con la ciudad más cercana ya que el que tenían, por cierto, bastante destartalado, había concluido su ciclo de vida útil.
Para ello necesitaban materia prima y dinero. El problema es que el anterior director de la sucursal del banco siempre que le solicitaban dinero les cobraba suculentos intereses que tenían hipotecados a los habitantes llevando estos muchos años pasando penurias.
La materia prima de la que disponían estaba repartida en cinco fábricas que eran las que surtían de la misma a los ciudadanos para reparar el antiguo vehículo y para construir uno nuevo.
Los ciudadanos, exigían a cada fabrica, cada uno en la que trabajaba, que pusiese todo de su parte para que el coche se pareciese más a lo que ellos entendían como “coche ideal”…Los directores de las fabricas, a sabiendas de que en unos meses se tendría que recalificar los terrenos en los que estaban situados sus fabricas y que esta recalificación las harían teniendo en cuenta la opinión de todos los habitantes, se debatían entre la responsabilidad de construir el coche o vender humo y desprestigiar al contrario.
El director de la sucursal del banco, que tenía que financiar el proyecto, lejos de mantener una actitud cicatera como el anterior, puso a disposición de las fabricas el dinero máximo que le permitía su matriz en la capital…
Las fabricas pretendían influir en la opinión de los diferentes ciudadanos para construir el vehículo que mas réditos les diese, algunos sin importar la funcionalidad del mismo…unos querían un coche cómodo para los que viajaba esporádicamente, otros que se centrasen los que más soportaban el viaje de manera obligatoria, y otros en la disposición de los asientos…era bastante complicado ponerse de acuerdo.
Cada fabrica quería dinero para dar forma a su proyecto y siempre que llegaba al banquero el proyecto de cada una se sobrepasaba en conjunto el dinero que podía dar el banquero…¿Qué hicieron?...
La solución no era sencilla, especialmente porque estando en debate la incomodidad de determinado diseño de los asientos para esos que tenían que viajar obligatoriamente todos los días, convencieron al banquero para que ese dinero que una de las fabricas consiguió, se destinase a la comodidad de los que viajaban esporádicamente…pero ahora uno de ellos pedía, además, que otra partida de dinero también inicialmente asignado a esa fábrica, se destinase a esos menesteres.
Debido a todo ello, se mantenía bloqueada la fabricación de dicho coche…especialmente porque si en vez de bombardea las iniciativas, se hubiesen destinados los esfuerzos a buscar el consenso a través del dialogo, seguramente el coche llevaría ya meses rodando.
Afortunadamente las fábricas alcanzaron un laborioso y costoso punto de acuerdo…facilitándole al banco el proyecto en el cual todas las partes habían dejado una parte de sus iniciativas afuera para conseguir ese vehículo que, sin ser al 100% el vehículo ideal, si era el mejor vehículo que se podía construir en ese momento y con ese dinero, especialmente por la garantía que ofrecía de que durante su vida útil se irían reestructurando y puliendo determinados elementos y carencias…aunque cierto es que no era el proyecto que individualmente cada fabrica propondría a sus trabajadores.
Aunque el banco aun no había dado respuesta positiva a ese proyecto, circulaba por el pueblo, alentados por alguien, rumores insuficiencia, los mismos que fueron alentados antes del dicho consenso…no obstante, serian los ciudadanos los que decidirían finalmente sobre lo idóneo del modelo o no…y no cabe dudas de que, al ser la siguiente elección ciudadana para dar más o menos terrenos a las fabricas, sed corría el riesgo de que alguna fabrica, una vez observadas las deriva de la opinión popular se sumase a la más favorable.
Aun no sabemos cómo acabo esta historia…solo sabemos que se dice por los alrededores que, aunque llego tarde, hoy día reina la concordia en esa población, porque valoraron muy mucho mas la responsabilidad de las fabricas para alcanzar el consenso, que otras cuestiones menores del coche que, en un principio, este no tenia…
Con esta historia queda claro que la complejidad de una situación requiere abordar la misma desde un prisma de responsabilidad y construcción…nada es 100% perfecto…pero es 100% útil si se han puesto todo los medios y empeños posibles…
PD: Ni la historia de los otros coches anteriores, ni la de los futuros, es relevante si de verdad se quiere construir…pero sin embargo sí es muy relevante el tipo de banquero con el que toque lidiar.