Domingo de reflexión, un título muy apropiado para los artículos que publicamos habitualmente los domingos por la tarde.
No cabe duda que los que critican el populismo, en la mayoría de los casos, tienen intereses propios para intentar mantener a la masa bajo control. También hay quienes practican el populismo pero con el mero interés de acceder al estatus del poder por otra vía mas acordes a sus capacidades.
En cualquier caso, si tratamos el populismo en su intrínseco concepto, observamos cómo se tiende a confundir de manera interesada el populismo con la demagogia….Las diferencias son sustanciales y hay un dato que revela claramente cual es cada cual…objetivos y soluciones.
En el populismo se pone de manifiesto claramente cuál es el objetivo, no solo de de una actuación sobre un problema concreto sino de una reforma global para evitar que se reproduzca. Este tipo de actuación tiene como finalidad un cambio de todo lo preestablecido con soluciones a largo plazo…¿políticos corruptos por ejemplo?...el populismo no plantearía una eliminación de los políticos sin tener una alternativa que ofrecer. El populismo plantearía un control más exhaustivo de los políticos dado que sin la existencia de figuras del pueblo dejaríamos los recursos comunes en manos de los mercados, es decir, no sería la solución al problema, es más, lo agravaría a medio plazo.
La demagogia por el contrario solo va buscando el aplauso fácil…!!Fuera políticos!!...por ejemplo…¿consecuencias de esta propuesta aislada? menos problemas para que los mercados tomen el control, es decir, los mas demagogos son los que más ayudan a los que supuestamente critican…seguramente a cambio de las migajas correspondientes.
Así es, lamentablemente. Si observamos cuales son las posturas más atacadas y de manera más visceral mantenidas en el tiempo, encontraremos cuales son las posiciones que mas benefician al bien común. Cortinas de humo siempre ha habido y siempre habrá, tienen el sector mediático a su servicio, pero la realidad es que las personas o entidades a las que más se les intenta desprestigiar son las que más peligrosas para los poderes facticos, desde insignificantes microentornos hasta los más globalizados.
Si nos vamos a los microentornos podemos observar como desde una red social cualquiera un miserable individuo es capaz de vender que es casi un superman de los desfavorecidos, el anonimato o el desconocimiento de ese individuo favorece esa falsa imagen y en algunos casos hasta le va generando un prestigio ficticio, cuando en realidad no es más que un gusano cobarde al servicio de un amo. Afortunadamente estos brotes de cobardía demagógica son fácilmente atajados cuando se dispone de información sobre el individuo en cuestión, es mas, diríamos que cuando se utilizan sus mismos medios (las redes sociales) pero con pruebas y argumentos…ese es un ejemplo que podemos contratar claramente a poco que nos demos una vuelta por dichas redes y analicemos por ejemplo en que movidas hemos visto a algunos de esos líderes que presumen de estar en todas y por todo el país así como de conocer no sabemos cuántos movimientos sociales, políticos y sindicales. Ejemplo claro de demagogia, ejemplo claro de que eso no es populismo…sin soluciones, sin verdades o con verdades a medias y sin más objetivo que convertirse en un asesino del o de los “Viriatos” que en cada causa o momento corresponda…está claro que una vez hecho el daño general no cabe ningún tipo de consuelo más que el de levantarse y volver a pelear de nuevo por unos ideales y con la esperanza de que no exista otro gilipollas que piense que es capaz de cambiar el “Roma traditoribus non praemiat” y se ponga al servicio de “La Roma de turno” esperando sus migajas.