Tirar de la manta es un término bastante utilizado en los últimos tiempos. Parece que se necesita, no solo abrir las ventanas que entre el aire, que también, si no una limpieza profunda y si nos apuran hasta una ley que limite las facultades y aumente el control de las acciones de esos que se supone nos representan.
Tenemos jueces que lo hacen, pero hace falta políticos que también lo hagan, limpieza y claridad, aunque parece que cuando los gobiernos, locales, autonómicos o nacionales, cambien de color ya no interesa airear los trapos sucios.
Unos de los mecanismos de control que han establecidos “los políticos”, para evitar que se descubran sus desvergüenzas es la de hacer funcionarios a sus amigotes, olvidándose de una manera desvergonzada del objetivo histórico de la creación de la figura del funcionario.
Que tiren de la manta!!!....Mercasevilla, Gürtel, Malaya….¿quizás el próximo sea Tussam?....nos da en la nariz que lo que pretenden es ocultar datos, tapar sus chanchullos…¿Qué pasaría si a un juez le diese por investigar el gasto de la masa salarial de nuestra empresa? ¿Dónde está el dinero que falta? Solo tendría que cruzar datos de contrataciones, Seguridad Social y Hacienda, seguramente también tendrían que comprobar si los emolumentos abonados se corresponden con lo recogido en convenio.
En cualquier caso veríamos claramente que la asignación de un pellizco bastante suculento de la masa salarial (entre 15 y 20 millones de euros) se reparte entre poco mas de 240 personas y estamos convencidos que el 70% de estas personas no pasas de una coste bruto total de 55.000€, matemáticas elementales, aunque siempre se ha dicho que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
