domingo, 15 de noviembre de 2015

LA SOLIDARIDAD DE LOS PUEBLOS

“El incremento de la actividad contra ASC es claro y evidente, pero sobre todo emana desde determinada formación para la que somos el enemigo número uno, no en vano las maniobras contra nuestra organización son continua a todos los niveles, menos al oficial dado que no se quieren fajar en el cuerpo a cuerpo, de momento, esperando que desde las facciones enmascaradas o las marcas blancas puedan lograr horadar o arañar, con demagogias y falacias, en algún modo nuestra credibilidad, sobre todo entre el colectivo de conductores…..”


Así comenzaba el texto que pretendíamos publicar este domingo, pero que, tras lo sucedido el pasado viernes en Paris, no nos pone en predisposición de centrarnos en cuestiones que comparativamente son tonterías en relación a lo sucedido.

Mostrar las condolencias es algo lógico, así como solidarizarnos con las víctimas de estos cruentos actos y por supuesto mostrar nuestra condena más contundente a los mismos. Pero nosotros queremos ir mas allá de lo típico en estos casos, queremos aprovechar para que los lectores de este artículo lo tomen como un texto educador sobre de la solidaridad mundial de los pueblos, la histórica asignatura pendiente de la humanidad.

Se suele decir que hasta que no nos toca de cerca el sufrimiento no llegamos a entender de verdad el sufrimiento del prójimo, algo que suena excesivamente religiosos, por el uso de estas letras que históricamente le han venido dando las diferentes religiones, pero que evidentemente está más cercano a lo humano que a lo etéreo o místico.

Tras actos condenables como los sucedidos en Paris, no se existen lecturas simplistas como las que nos pretenden imponer desde los medios oficiales, al contrario, hay que analizar muchas variables que nos llevara, lejos de justificarlos, a entender que detrás de los mismos subyace la rabia y el odio de quienes ha sido desproporcionadamente represaliados, acosados e incluso en algunos casos casi devastados, étnicamente hablando.

Si analizamos la situación económico-estratégica mundial podemos observar que somos los pueblos las principales víctimas de los extremismos de unas minorías…el extremismos de las superpotencias económicas que, enmascarados en el falso aura de garantes de las libertades en países dictatoriales, no dudan en generar conflictos bélicos en estos para, supuestamente liberar a la población represaliada, cuando el objetivo real no es otro que el de hacerse con sus materias primas.

Por otra parte nos encontramos con esos pueblos que, tras sufrir las represalias aludidas, arengan sus poblaciones, casi en la mayoría de las veces apelando a lo único que les han dejado, las creencias religiosas, contra el opresor ofreciendo como recompensa vidas eternas y otras alternativas místicas que supuesta e interesadamente interpretan que emanan de los textos sagrados de las diferentes religiones, con las que, en nombre de sus dioses, se supone ayudan a sus iguales.

Está claro que este extremo ejercicio de síntesis de la situacion no es el más adecuado o no pormenoriza los que está sucediendo, pero sí que deja de manifiesto dos cuestiones que no debemos dejar pasar para entender de verdad todo el sinsentido de acciones como las de Paris; la ignorancia y la desinformación.

Sumir a un pueblo en la ignorancia es el foco ideal de cultivo de extremismos religiosos…si a eso le sumamos generar odios contra los opresores en base a masacres humanas que, en la mayoría de los casos, son mucho más cruentas y masivas que las acaecidas en Francia, creamos potenciales “vengadores” de las mismas a poco que se les dote de los medios para ellos, sin dejar de lado el servicio que hacen a “sus dioses” que les sitúa en ganadores de un viaje en primera clase hacia la vida eterna.

Por otro lado solo queda hacer una campaña en el otro bando, el mundo “moderno” u occidental, para que se genere un odio desmedido hacia determinadas etnias o religiones que les dé a los opresores la razón moral para poner en marcha determinadas acciones en los países de origen y de paso para cercenar determinadas libertades de las naciones occidentales en base a un supuesto blindaje contra acciones de los “terroristas”…el plan perfecto.

A poco que demos una vuelta por la historia del siglo XX nos daremos cuenta de que el nacionalsocialismo alemán pre guerra II mundial, utilizó los mismos postulados en su época…mismos postulados que utilizo después el pueblo judío para masacrar y robarles sus tierras (algo que aun continúan haciendo) al pueblo palestino y mismos postulados que las potencias económicas occidentales continúan haciendo en países como Siria, Irak, etc….Ahí se encuentra la verdadera raíz del problema.

Esto que indicamos es simplemente una invitación a pensar, a analizar todos los datos y a huir de las lecturas simplistas analizadas desde el dolor o el odio, ambas partes, para que dejemos de ser manipulables e ignorantes…Ni las víctimas de este último atentado, ni el pueblo árabe, ni el islamismo, ni el cristianismo, ni los pueblos del mundo en general, son promotores o valedores de este tipo de acciones…detrás de esto subyacen intereses de desalmadnos que, auspiciados por la ignorancia de los pueblos y generando desinformación de manera artificial, se parapetan tras determinadas banderas etéreas de libertades o religiones para sus propios beneficios…

Nuestras más sinceras condolencias al pueblo galo y por supuesto a los pueblos de la tierra que lo único que pretenden es vivir en paz y libertad…recuerda que la libertad no entiende de imposiciones…o entiende de dogmas…ninguna religión o facción política puede, ni debe, limitar o imponer libertades a los pueblos…NINGUNA…recuerda que lo contrario es el caldo de cultivo para el extremismo.