Cuestión de credibilidad, pero sobre todo de claridad, de compartir, de colaborar, de participar…esta mañana hemos leído en la prensa que uno de los alcaldables ha dicho que ve a abogar por la rebaja de la conflictividad en el Ayuntamiento y sus empresas. Nosotros aplaudimos dicha cuestión aunque contrasta con dos cuestiones que nos preocupa:
1º.- En etapas anteriores hemos vivido parecidas declaraciones de intenciones que luego se quedaron en agua de borrajas.
2º.- El otro alcaldable con posibilidad de gobierno ha hablado de mano dura.
Respecto al punto primero, recelamos un poco de la cuestión debido a que nuestra organización siempre ha mantenido un escrupuloso grado de lealtad, con todas las fuerzas políticas y sindicales, a la hora de cumplir con los acuerdos adquiridos, verbales o escrito. Por el contrario hemos recibido excesivos incumplimientos por las otras partes, especialmente desde 2007, ese lastre existe y hay que ser cautelosos a la hora de recoger guantes, especialmente en periodos pre electorales. Nuestra política de trabajo siempre se ha basado en hacer a la empresa más competitiva, no económicamente, al menos como prioridad uno, sino socialmente. Para ello siempre hemos intentado aportar medidas vanguardistas, para sus épocas, pero que al final se han mostrado efectivas tras su implantación, aunque siempre se nos ha tachado de ilusos cuando las planteábamos. Ni que decir tiene que con esos calificativos se ponían de ilusos a los responsables políticos de ciudades europeas en las que llevaban años con sistemas similares y por ende ponían de manifiesto la “catetez” y la incompetencia de los de nuestra ciudad.
Por estas cuestiones y aun manteniendo el lógico recelo, nuestra organización está abierta a trabajar en esta línea, con mayor o menor acierto, pero la entendemos positivo, el tiempo dirá todo lo demás.
Respecto al segundo punto hemos de decir que, si no se trata de unas declaraciones desafortunadas o sacadas de contexto, mal empezamos. Los trabajadores de Tussam llevamos cuatro años sufriendo eso que llaman mano dura mal entendida y que ha sido pivotada por los máximos responsables de la empresa, el gerente y el anterior vicepresidente e imputados. Es evidente que toda esta mano dura ha ido encaminada a provocar a los trabajadores, realizando reiterados incumplimientos y acosos alégales, para que hiciésemos movilizaciones y luego demonizarnos ante la opinión pública, no nos va a producir otro sentimiento más que el refuerzo de nuestra capacidad de lucha. Haciendo honor a la verdad, hemos de decir que estábamos ante la típica táctica de la derecha más añeja y retrograda, sin contar que para nosotros todo aquel que realice cualquier estrategia bastarda dirigida en contra de los trabajadores no es más que un déspota que nunca ha tenido ni tendrá ni una pizca de ideología de izquierdas. Por esta cuestión si dicho alcaldable pretende la mantener una línea continuista al respecto, mal empezamos. Dicen que rectificar es de sabios, ahí es nada.
Dicho esto nos encontramos ante dos versiones opuestas. Nosotros nos quedamos con la primera y rechazamos la segunda, teniendo en cuenta rectificaciones de ambos, lo cual sería extraño.
Si hay una cosa que las dos formaciones pueden hacer para reforzar sus criterios o sus cambios en ellos…esa “cosa” tendría que estar, negro sobre blanco, plasmada en un compromiso ineludible…somos todo oídos…
