La noticia de la creación del sindicato SOMOS es
la comidilla de la prensa de los últimos días.
Para nosotros es una buena noticia que nazcan sindicatos
libre con proyección de clase. Muchas veces nuestras siglas o nuestro origen
nos colocan erróneamente y de manera interesada en el ámbito del corporativismo,
obviando que el nacimiento del mismo emana de una clara discriminación que sufría
el colectivo de conductores en Tussam, totalmente arrinconado y casi humillado
por los sindicatos supuestamente de “clase” que se dedicaban a aumentar las
diferencias entre colectivos.
La ausencia de organizaciones sindicales que se enmarcasen en
la línea de eliminación de las diferencias, es decir, de acercar condiciones en
vez de alejar, derivo en la única manera que nos quedo, autorganizarnos.
Casualmente los inicios de ASC bebieron de las fuentes de los
sindicatos libertarios, algo muy similar a los que ocurre con la organización de
nuevo cuño, algo que en la actualidad continua sucediendo, evidentemente con la
introducción de particularidades que entendemos mejora la base aludida.
Está claro que los análisis de los
estatutos de la nueva organización generan algunas dudas, algo que es
normal, sobre todo teniendo en cuenta que
el código ético que promueven es similar al de PODEMOS, es decir, la falta
del detalle y de ahondar en algo que es normal no clarifica mucho que digamos.
En relación al estatutario, las dudas aparecen en relación al
funcionamiento, siempre visto desde el prisma positivo, teniendo en cuenta que
nuestra vocación de clase está proyectada a través de CST, con las limitaciones que este tipo de organizaciones tiene,
por lo tanto tener la posibilidad de trabajar por unos objetivos más amplios, tener
operativa para abarcar la defensa del mayor número de trabajadores posibles nos
parece sumamente interesante, aparte de la coincidencia en colores ;). No se
clarifica mucho eso del código ético ni la posibilidad de integración sin
perder la identidad en un principio, es decir, los estatutos dicen lo
siguiente: Podrán integrarse, adherirse, confederarse o federarse, sin que ello
implique la pérdida de su personalidad jurídica particular, las entidades
sindicales dentro del mismo ámbito territorial que Somos Sindicalistas, de
trabajadores expresados en el apartado anterior. Desconocemos, debido a
la ambigüedad del texto, si podemos formar parte de una organización de este
tipo (si todo es tal y como lo pintan) sin tener que perder nuestra identidad,
al menos temporalmente, hasta que el camino se demuestre andando. Por otra
parte también exponen como condición para integrarse; Que fuere presentado por uno de
los promotores de Somos Sindicalistas o por una entidad sindical ya adherida a
Somos Sindicalistas. Es decir, supone de facto que la falta de padrino
te limita la posibilidad de integrantes a través de una solicitud para ello.
Los promotores tampoco están muy definidos y es cuando menos extraño que la inclusión
exija mecenas cuando la decisión la toma la Comisión Ejecutiva, lo que deja en
manos de decisiones particulares el cumplir los requisitos.
Establecer similitudes como las que hemos manifestado también
es posible hacerlo en términos menos positivos. Puestos a buscarlas podríamos entender
que no es congruente lo siguiente: Se establecerán y reforzarán las relaciones
solidarias con todos los sindicatos de clase democráticos y representativos del
mundo, a todos los niveles y con independencia de su afiliación a las
confederaciones o federaciones mundiales existentes. Esto significaría
que estatutariamente se fomentan alianzas con lo que denominan “la casta”,
siempre evidentemente desde una interpretación de los estatutos.
En otros de sus párrafos, que podemos hilar con el de las
relaciones solidarias, dicen textualmente; Fomentar la Unidad Sindical entre todos los
Sindicatos y organizaciones afines. Nos asalta la duda si esto no tiene
también tintes de inclusión de los sindicatos de la “casta”. Continuamos.
A nivel estatutario entendemos que las dudas más importantes
son las planteadas hasta el momento, independientemente d detalles que nos llevaría
a alargar en demasía este texto y a parecer que intentamos poner en negativo la
iniciativa, cuando es todo lo contrario…nos ilusiona y por ello queremos
disipar dudas.
A nivel informativo y en términos de personas nos chirria que
se publicite que en su origen se incluyan exsindicalistas de CCOO y UGT, es
decir, de “la casta”. Evidentemente nos consta que en esas organizaciones
existen y han existido buenos sindicalistas (aunque en Tussam no se haya
cumplido esa máxima nunca) pero entenderíamos un ejercicio de transparencia que
los “fundadores” publicitasen su trayectoria sindical, donde, como, cuando y
cuanto, pero sobre todo que han hecho en sus organizaciones de origen para
intentar cambiar el rumbo de estas. Con estos datos podríamos sacar muchas
conclusiones positivas y disiparíamos muchas dudas.
A nivel del código ético y moral también nos asaltan ciertas
dudas, teniendo en cuenta que existe un erróneo y demagógico discurso sobre
derechos y privilegios. Entendemos conveniente que se publicitasen que es lo
que pretenden expresar cuando se usan los conceptos que en términos peyorativos
se utilizan sobre determinados derechos que existen en la actualidad. No cabe
duda que limitar las herramientas existente o el uso de las mismas sería una
absoluta y total incongruencia con la finalidad de un sindicato, habida cuenta
que entraríamos en el ámbito más de delimitar cuando, como y porque que de
renunciar a determinados derechos.
En cualquier caso y dejando a un lado las dudas, vemos a esta
nueva organización como una de esas que están muy cercanas a nuestra manera de
ver el sindicalismo y una vez clarificadas determinadas dudas podríamos estar
en posición de trasladar a la afiliación la posibilidad de colaboración directa
y en cualquier caso, atendiendo a las similitudes, de colaboración indirecta
incluso con CST. Buenos augurios para los trabajadores, algo que siempre es
positivo.