Esta entrada expones tres lineas básicas sobre las que sustentar la coherencia ideológica:
1º.- la confianza en el ser humano y su capacidad de regeneración o recuperación, sustentando la misma a través de las leyes al efecto.
2º.- El conocimiento de las necesidades o reivindicaciones de los conciudadanos como principal y obligatoria condición para servir en política, por encima de otras como la formación y a ser posible con ambas.
3º.- Capacidad de legislar por el bien común por encima de otros intereses, no solo económicos, si no incluso sentimentales.
Los ciudadanos llevamos años solicitando una regeneración de la política para que la denominada “casta” deje de campar a sus anchas.
1º.- la confianza en el ser humano y su capacidad de regeneración o recuperación, sustentando la misma a través de las leyes al efecto.
2º.- El conocimiento de las necesidades o reivindicaciones de los conciudadanos como principal y obligatoria condición para servir en política, por encima de otras como la formación y a ser posible con ambas.
3º.- Capacidad de legislar por el bien común por encima de otros intereses, no solo económicos, si no incluso sentimentales.
Los ciudadanos llevamos años solicitando una regeneración de la política para que la denominada “casta” deje de campar a sus anchas.
Este nexo común no tiene sin embargo ningún tipo de poso ideológico.
Los más liberales y los mas comuneros, o los que dicen que lo son, patinan de
manera desproporcionada cuando se trata de respetar unas reglas de juego, sobre
todo en temas que le puedan afectar sentimentalmente.
Observamos por un lado a los seguidores y detractores del
aborto, que nos servirán como ejemplo claro de las incongruencias y nos vamos a
centrar en una mujer que tiene el derecho a abortar, que podrá ejercer o no en función
de su libre elección y de por ejemplo la madre de esa mujer, madre de
convicciones religiosas o morales diferentes. Son encontronazos que no se
pueden dirimir tomando partido por una u otra, simplemente posibilitando la
libre elección….un dialogo entre ambas mujeres decantara la balanza en función de
los argumentos que cada cual esgrima y la elección será totalmente libre y
generara opiniones de diversa índole…el legislador habrá de elaborar un
compendio de normas que posibilite la libertad de elección sin que ello suponga
“el todo vale siempre y todas las veces que se quiera”….esa es la idea y los políticos
son los que tendrán que analizar las estadísticas, las encuestas y demás datos
que le permitan dar las instrucciones a técnicos y asesores para que le den la
forma legal correspondiente.. (atento a esto que más adelante lo explicaremos).
Entrando en materia sobre la
degeneración de ideales que existe en la sociedad y la falta de criterio social de muchas de las
personas que incluso militan en círculos ciudadanos de corte comunero. La mujer
del ejemplo anterior, esa que pretende utilizar el derecho de abortar, ¿elimina
con ello la posibilidad de elegir ser madre en el futuro?...¿no tiene derecho
incluso a arrepentirse en el futuro de esa decisión?...es mas..¿le incapacita
para llegar, en el futuro, incluso a
convertirse en mejor madre que su propia madre?......las respuestas a esa
preguntas las dejamos a vuestro libre albedrio, pero seguimos….imaginemos que
esa mujer decide abortar de manera ilegal. Imaginemos que su acción la lleva a
la cárcel por el periodo legalmente establecido….¿difieren las respuestas a las
preguntas anteriores en este supuesto?...Seguramente, si vuestras convicciones
son socialmente avanzadas, no diferirán mucho unas de otras, al fin y al cabo
es pura coherencia…en el caso de que vuestras convicciones estén cercanas al
individualismo o la consecución de vuestros puros intereses personales, las
respuestas según qué supuesto podrían incluso ser totalmente opuestas.
Ahora retomamos a qué tipo de políticos preferiríamos:
Por una parte están esos de convicciones arraigadas, que
conocen, de verlo a pie de calle, al pueblo, todo el contexto de circunstancias
y que legislan en función del interés general teniendo por analizadas todas las
circunstancias.
Por otra parte están los tecnócratas, eso que tiene una preparación
académica elevada, que conocen al dedillo las encuestas, que son capaces de
elaborar leyes sin recurrir a asesores, pero que legislan desde la perspectiva
de los fríos datos sin tener en cuenta circunstancias particulares.
Los primeros son más
cercanos al pueblo, por tanto más políticos, mas altruistas…han vivido a pie de
calle, han tenido de pasar las mismas penurias que la mayoría de los ciudadanos
y conocen incluso los problemas de sus barrios, todo ello compatibilizando sus obligaciones
laborales con su interés altruista de ayudar a sus semejantes.
Los segundos saltan de la comodidad del estudio subvencionado,
en el peor de los caso, del mundo de yupi, a la carrera política, normalmente
como trampolín laboral.
En ambos bandos existen excepciones, pero la norma mas común parece ser esa…¿Cómo determinar
de una manera concluyente la idoneidad en según los casos?, está claro que no
existe fórmula mágica ni lectores cerebrales de detección de intenciones…pero
podemos poner un dato sobre la mesa…el mejor podría ser el que acepta legislar
con opciones que incluso contradijeran sus propias emociones personales si esa
opciones son por el bien común…
Volviendo otra vez al origen, que no es ni más ni menos, como
muchos de vosotros ya habíais adivinado, que la campaña sobre la bienal y las
opiniones que incluso desde círculos políticos cercanos a los ciudadanos que tendrían
que respetar, por pura coherencia, las normas sociales aun más si cabe, tenemos
que analizar profundamente las opiniones y lo haremos con una pequeña exposición; Imaginemos que estas estudiando o te has presentado
a unas oposiciones….imaginemos que, por el motivo que sea tomas la decisión de
copiar….imaginemos que eres cazado y te aplican la sanción correspondiente….¿crees
que sería lógico legislar que en esos supuestos no pudieses volver a
presentarte en tu vida a un examen u oposición?...¿crees que sería lógico que
te tachasen de tramposo toda la vida?....pues es lo mismo que no sirve como
eximente ser un eminente médico, premio nobel incluido y haber salvado muchas
vidas si ese medico comete una negligencia y muere un paciente, ¿crees que después
de pagar su deuda con la sociedad ese medico no debería ejercer mas y con ello
dejar a personas sin la posibilidad de salvar su vida?...si te consideras una
persona coherente y tu respuesta es sí
en este caso, debería de ser la misma en todos los casos sea cual sea la profesión
del implicado…….lo que no quita que sea absurdo y desacertado que poner a este médico
en como imagen de una campaña sobre buena praxis, sobre todo si existen
candidatos que le puedan suplir….