domingo, 31 de agosto de 2014

EFECTIVIDAD VERSUS TRANSPARENCIA

En muchos de los escritos que hemos realizado hemos venido comentando el olvido de ideales que está soportando la sociedad y en este vamos a ahondar en ello, aunque de otra forma.
Las organizaciones sociales, sindicatos, partidos políticos, asociaciones de vecinos, etc., son tendentes en muchas ocasiones a hermetizar (no confundir con secretismo) sus organigramas, la mayoría de las veces más como autodefensa de la organización o del objetivo a conseguir que por otras historias.
La efectividad de ese hermetismo, en la mayoría de las ocasiones, hace que los enemigos o afectados por determinadas actuaciones sean tendentes a demonizar intentando sembrar permanentes dudas en cuanto a la gestión.
No obstante hay organizaciones, como la nuestra, que trabajan o se crean más trabajo adicional al objeto de abrir cauces informativos que estén lo más cercano a la trasparencia total pero que a su vez no ponga en peligro los movimientos estratégicos para conseguir los objetivos prefijados.
Ese equilibrio es ciertamente complicado y para conseguirlo se necesita haber generado la suficiente confianza como para tener ese pequeño margen de maniobra que permita que las reacciones o los caminos a seguir estén lo suficientemente pensados como para conseguir los objetivos, lo que nada tiene que ver con una acción- reacción inmediata o previsible.
Precisamente los dogmas y estigmas son las principales armas de los afectados por la efectividad de las acciones de las organizaciones. La utilización demagógica de la combatividad puede ser una de ellas, la de forzar a chocar contra el mismo muro una y otra vez de la misma manera sin buscar alternativas más que el ariete ¿se hubiese invadido Troya con las técnicas de combates habituales de la época?...¿dejaron los aqueos de ser menos aguerridos por ello?...es evidente que no, incluso diríamos mas, aprendieron nuevas tácticas de aplicación en otras batallas lo que genero menos necesidad de solados y por consiguiente malestar en esos que no saben adaptarse a la espera por su incapacidad de moverse en otras situaciones fuera del conflicto permanente.
Tras la apreciación anterior sobre los peligros de los intereses ocultos, muchos de vosotros conocéis que la transparencia de nuestra organización está por encima de la media, diríamos que casi rozando el absoluto, pero no podemos olvidar o dejar a un lado ese peligro y mucho menos ver en el debate signos de desunión, al contrario, tenemos que ver en él un reflejo de pluralidad que no exonera a nadie de haber sido parte de los fracasos o de los éxitos.
La creación de nuevos canales de información es siempre positiva y aunque todos los principios son difíciles entendemos que, como la gestión de las negociaciones, el porcentaje de resultados positivos es lo que determinara su eficacia sobre todo porque la cercanía con los representados es lo que hace mantener la “idiosincrasia” de las organizaciones…no se puede ser un monstruo orgánico ajeno a las bases, ni tampoco un puñado de pollos sin cabeza.
No cabe duda que los representantes tiene que tener claro que existen cuestiones en las que no se pueden fallar; el altruismo, la dedicación, el convencimiento en lo que se hace, pero sobre todo la capacidad de rectificación….a estas se le pueden sumar muchas más pero está claro que sin estas cuestiones estaríamos ante meros oradores o charlatanes de feria que aparentan más de lo que en realidad son y que solo dicen al de al lado lo que quiere escuchar…ejemplos en Tussam tenemos demasiados de esos..!!será por Jamones!!.