martes, 19 de febrero de 2019

COMISIÓN REDACTORA. EL SILENCIO DE LOS CORDEROS

Ayer invitamos a todas las partes a aparcar los trabajos de la redactora para adecuarnos a lo expuesto por el Inspector de Trabajo, que indicaba claramente mala redacción o especificación de los acuerdos.

No cabe duda de que de las palabras de dicho Inspector, persona cualificada al efecto, tenemos que concluir una torpeza de las partes a la hora de elaborar textos de acuerdos. En este sentido y a pesar de que no participamos directamente en la redacción de los acuerdos ni se nos dejo incidir en nada, si tenemos que hacer autocritica como firmante del mismo y al menos asumir la responsabilidad, en este caso indirecta, que nos toque.

Por ese motivo invitamos a la R.T. y a la empresa a tratar el asunto antes de continuar con los trabajos de la Comisión Redactora. Dicha invitación ha quedado en nada ya que, a pesar de un debate previo al respecto, se ha trasladado el análisis del modelo de relaciones de la empresa a una reunión al efecto, lo que sin duda no es más que un canto al solo y quitarse el problema de encima con relativa diplomacia.
Teniendo en cuenta lo anterior la redactora ha continuado su curso ya que no hemos encontrado apoyo en nuestras posiciones al entender lo compañeros que tampoco procedía, a pesar de que el debate se generó por un asunto que ellos denunciaron.

Lo dijimos ayer, donde hay patrón no manda marinero…a mayorías toca, lo que, también como dijimos ayer, no será óbice para que ASC, de manera unilateral, busque los medios adecuados y más efectivos para concluir en justicia lo que reclaman los trabajadores.

Cierto es que esta vía es más lenta, pero vemos como incluso a las mayorías, a las que se les presupone una interlocución más directa y fluida, se les ofrece el mismo trato: el ninguneo, hasta lo pactado y firmado con ellos. Existe una clara diferencia con respecto a nosotros, estemos en gestión o en oposición como ahora, que ASC no se queda en el “no” unilateral o dictatorial de la empresa y conocemos claramente los cauces jurídicos y mediáticos para forzar a la empresa a cumplir los acuerdos o a deponer actitudes poco “profesionales y de respeto”.


No vamos a vincular la actitud del resto de organizaciones a correspondencias políticas, teniendo en cuenta que es el proceder habitual, pero creemos que ahora, en estos momentos, si no existen esa vinculaciones, es el momento de denunciar públicamente el modelo de gestión que está implantando el gobierno del PSOE en las empresas públicas, modelo más parecido a lo que este partido denuncia que presuntamente hacen los de extrema derecha, que a lo que debiera de ser una gestión social, si es que conocen el termino…insistimos en esto porque claramente el habito no hace al monje.