Ayer invitamos a todas
las partes a aparcar los trabajos de la redactora para adecuarnos a lo expuesto
por el Inspector de Trabajo, que indicaba claramente mala redacción o especificación
de los acuerdos.
No cabe duda de que de
las palabras de dicho Inspector, persona cualificada al efecto, tenemos que
concluir una torpeza de las partes a la hora de elaborar textos de acuerdos. En
este sentido y a pesar de que no participamos directamente en la redacción de
los acuerdos ni se nos dejo incidir en nada, si tenemos que hacer autocritica
como firmante del mismo y al menos asumir la responsabilidad, en este caso indirecta,
que nos toque.
Por ese motivo invitamos
a la R.T. y a la empresa a tratar el asunto antes de continuar con los trabajos
de la Comisión Redactora. Dicha invitación ha quedado en nada ya que, a pesar
de un debate previo al respecto, se ha trasladado el análisis del modelo de
relaciones de la empresa a una reunión al efecto, lo que sin duda no es más que
un canto al solo y quitarse el problema de encima con relativa diplomacia.
Teniendo en cuenta lo anterior
la redactora ha continuado su curso ya que no hemos encontrado apoyo en
nuestras posiciones al entender lo compañeros que tampoco procedía, a pesar de
que el debate se generó por un asunto que ellos denunciaron.
Lo dijimos ayer, donde
hay patrón no manda marinero…a mayorías toca, lo que, también como dijimos
ayer, no será óbice para que ASC,
de manera unilateral, busque los medios adecuados y más efectivos para concluir
en justicia lo que reclaman los trabajadores.
Cierto es que esta vía es
más lenta, pero vemos como incluso a las mayorías, a las que se les presupone
una interlocución más directa y fluida, se les ofrece el mismo trato: el
ninguneo, hasta lo pactado y firmado con ellos. Existe una clara diferencia con
respecto a nosotros, estemos en gestión o en oposición como ahora, que ASC no se queda en el “no”
unilateral o dictatorial de la empresa y conocemos claramente los cauces jurídicos
y mediáticos para forzar a la empresa a cumplir los acuerdos o a deponer
actitudes poco “profesionales y de
respeto”.
No vamos a vincular la
actitud del resto de organizaciones a correspondencias políticas, teniendo en
cuenta que es el proceder habitual, pero creemos que ahora, en estos momentos, si no existen esa vinculaciones,
es el momento de denunciar públicamente el modelo de gestión que está
implantando el gobierno del PSOE en las empresas públicas, modelo más parecido
a lo que este partido denuncia que presuntamente hacen los de extrema derecha, que a
lo que debiera de ser una gestión social, si es que conocen el termino…insistimos
en esto porque claramente el habito no hace al monje.