Salario mínimo y evolución de los salarios.
Muchos son los años que han pasado desde las promesas de un salario mínimo que realmente pudiese servir de referencia para tener una renta mínima con la que poder hacer frente a los inumerables pagos de la vida cotidiana, como la letra del piso, la alimentación, la luz, el gas... La evolución de este ha sido siempre muy lenta, y con el tiempo, el menos según las intenciones de patronal, sindicatos y gobiernos, se reducirá para adaptarse a las necesidades de los empresarios.
Cuando se habla desde la administración de elevar el salario mínimo para garantizar el poder adquisitivo de las personas que lo cobran, se ríen de nosotros en la cara, ya que con esta renta no nos llega “ni pá pipas”.
Cierto es que este “derecho” de los trabajadores ha ido evolucionando para mejor, pero con las pretensiones de la mesa de diálogo social, mucho nos tememos que el salario mínimo deje de existir.
Como los datos hablan por sí mismos, nos remitimos al anexo sobre la evolución del salario mínimo interprofesional extraído de la página web de CCOO, y a la comparación con la evolución de los beneficios empresariales.
Por otro lado, la patronal se está quejando de que las pretensiones de los sindicatos en las negociaciones de los convenios colectivos, que llevan bloqueadas mucho tiempo, son inasumibles por las empresas, cuando en realidad las subidas de los salarios han rondado siempre la subida de los precios (recordamos que en esta subida no se tienen en cuenta datos como impuestos o coste de las viviendas), y nunca han subido tanto como lo han hecho los beneficios patronales.
Os remitimos también a un documento anexo sobre la evolución salarial en España desde 1980, en el que se puede observar que a pesar de que cada año las empresas ganan más dinero (no figura ese dato en el estudio), los salarios cada vez suben menos.
Colectivos con características especiales
No debemos caer en la tentación de pensar que los trabajadores estamos divididos por razón de sexo, edad o nacionalidad, o por estar “parados” o en activo, ya que eso es precisamente lo que se espera desde la patronal. Se busca la división de los oprimidos para poder hacer de ellos lo que quieran. Se busca enfrentar a personas que tienen en común, como mínimo, el estar sometidos a las decisiones de sus patrones para poder comer al día siguiente.
A pesar de ello, entendemos que hay ciertos grupos dentro de la clase trabajadora mundial, y en concreto de los españoles, que por sus características específicas se les somete a unas condiciones de explotación especiales. Estos grupos a los que nos estamos refiriendo serían los jóvenes, las mujeres, los parados y los inmigrantes. Todos formamos parte del mismo grupo, la humanidad; por lo tanto, hemos de combatir juntos contra quien se opone a que los humanos podamos relacionarnos en condiciones de libertad y sin jerarquías, sin que nadie decida por nadie.
No obstante explicamos algunos de los planes de patronal, sindicatos y gobierno, para que podamos ver cómo a pesar de que en apariencia se intenta beneficiar a estos grupos, la realidad es que los únicos que obtienen beneficios son los patrones.
Jóvenes: el Plan de Empleo Juvenil que plantea el Gobierno sopondría una vuelta de tuerca más en la sangría de los derechos de los jóvenes.
▪ Las reformas educativas, desde la ESO hasta la Universidad pasando por la FP , siguen avanzando en crear una mano de obra a la carta para las empresas, a imagen y semejanza del mercado laboral de la flexiseguridad.
▪ Con la excusa de la formación, se irán generalizando las prácticas no remuneradas y los contratos de formación, alejando cada vez más la posibilidad de estabilidad laboral. Se borrarán cada vez más la diferencición entre formación ocupacional y la formación contínua y el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales estará sujeto a constantes revisiones para adaptarse a las demandas del sertor privado; el resultado, más inestabilidad laboral.
▪ El retraso en la edad de jubilación en una situción de tanto paro y la bajada del Salario mínimo Interprofesional que se están planteando, afectarán de un modo especialmente crudo a la juventud.
Parados: la situación de las personas que estamos en situación de desempleo se ve perjudicada por varias cuestiones:
– La formación contínua a la que se alude desde la patronal no sirve para otra cosa que aumentar los beneficios tanto de los sindicatos oficiales, que reciben cuantiosas subvenciones por organizar cursos de formación, como por las empresas privadas que se dedican a impartir cursos para desempleados, financiados por la administración.
– La contratación de desempleados beneficiará a las empresas, ya que saldrá mucho más barato por las bonificaciones del 100% sobre las cotizaciones a la seguridad social, es decir, no tendrán que pagar la parte dedicada a asegurar la prestación social que cubriría los servicios médicos a los trabajadores.
– La consecuencia más nefasta de los cursos y de la formación obligatoria que se da a través de los servicios de empleo es la desmovilización. Los parados están entretenidos en realizar estos cursos, con la promesa de que al finalizarlos encontrarán un nuevo trabajo. Se prevé que este sea el futuro laboral, la flexiseguridad de nuevo: flexibilidad del trabajador a cambio de seguridad en tener algún tipo de trabajo, por muy inestable y precario que sea.
- Mujeres: la misma problemática referente a los descuentos a las empresas la sufren también las compañeras. Además de salir muy baratas a los emrpesarios, estos quieren controlar sus vidas, de manera que se flexibilicen sus contratos para poder despedirlas cuando se quedan embarazadas. La natalidad de las españolas será importante en un futuro inmediato, ya que las que durante años han traído más niños al mundo en este país, las compañeras de otros países, serán expulsadas pronto. Una posible reforma del salario mínimo perjudicaría también de modo especial a las mujeres, ya que muchas veces son las que menos cobran.
Inmigrantes: este grupo de personas sufrirán especialmente, no la reforma laboral, sino toda la alegislación que tratará de revertir la mala situación económica que sufrimos en este país. Serán los que pagun los paltos rotos con la reforma de la ley de extranjería, la cual impondrá resticciones y medidas represivas de todo tipo: prohibición de la reagrupación familiar, estancias más largas en los centros de internamiento, sanciones si no se demuestran las agresiones sexuales denunciadas...