lunes, 21 de junio de 2010

LA TEORIA DEL CÓNCLAVE SECRETO

Ya conocéis que somos dados a las comparativas refrenaras o esotéricas incluso somos comparados con profetas y adivinos. También sabéis que no somos periodistas, escritores, o aprendices de ellos, es mas, ni siquiera lo pretendemos.
Dicho esto, no es menos cierto que a veces nuestra información puede tener cierta relación con lo anterior y por ello nos adentramos, como ahora, en terrenos que, si bien técnicamente no son destacables, contienen un fondo bastante interesante y consistente, sobre todo consistente, basado en datos objetivos y demostrables de los que carecen en otros espacios.
En una anterior entrada ya expusimos de manera casi subliminal nuestra percepción de lo vivido en dicha reunión y ahora vamos a ahondar mas en esa cuestión.
A nadie se le escapa que los matices de las relaciones, los pequeños gestos e incluso el lenguaje no hablado es aun mas significativo y relevante que los que se percibe de manera clara. En este punto es donde se deciden las estrategias, en las escenificaciones, como se escuchó en la reunión: "se escenifican incluso los desacuerdos"...lo que demuestra que la experiencia en estas lides es mas que manifiesta. Otros incluso no necesitan anotar lo que va a decir la empresa....¿ya lo sabían?...ahora viene lo bueno.
Lo que viene a decir la teoría del cónclave secreto, cuya ponente, aprendiza de Nostradamus es la ilustrísima y prestigiosa adivina Lola Montero, es que los contactos "en la oscuridad" son directamente proporcionales a los ofrecimientos de conquistas por parte de las tribus pequeñas e inversamente proporcionales a los intereses generales.
 También existen formas para enmascarar el resultado de la aplicación de estas teorías, aunque solo a modo de trampantojo, dado que en realidad solo se trata de una ilusión óptica. Esta técnica la aplican aquellos ademas de tratar al personal como si fueran ilusos, les creen incluso tontos...o sea, les engañan porque ademas creen que son tan tontos que se van a dejar engañar...pueden utilizar la opción del egoísmo, inculcando aquello de "virgencita por lo menos como estoy", lo que conseguiría que las mayorías sacrificasen esa parte del problema por el bien común, por lo tanto se quitan el muerto de encima por "imperativo democrático", sin desgaste. 
En definitiva, responsabilizando a otros, engañando a todos y beneficiando a los culpables de la situación...
Todo lo que aquí planteamos es fruto de ilusiones ópticas y por lo tanto cualquier parecido con la realizad es mera coincidencia...¿o no?.