miércoles, 11 de septiembre de 2013

COINCIDENCIAS ESPERANZADORAS

El desprecio por la seguridad de los trabajadores parece que puede tener los días contados si la jugada de la imputación de los “trajeados” por parte del juez de Santiago de Compostela que investiga el accidente del AVE no es otro paripé como la imputación de la infanta.
Si es cierto que el poder judicial va a entrar en el fondo de los accidentes podemos eliminar de un plumazo, no solo a los directivos que hacen mutis por el foro, sino a los jefecillos de medio pelo que desprecian la seguridad de los trabajadores por obtener una medallita consiguiendo un ahorro de unos miserables euros reduciendo la seguridad de los mismos.
Nosotros insistimos públicamente en la falta de seguridad, conocida por todos sobre los recorridos de las líneas del Polígono Sur, es un mal endémico al que no se quiere poner solución por cuestiones puramente políticas y de imagen. Es llamativo que tras nuestras declaraciones salgan a la palestra los políticos y politicuchos vecinales del tres al cuarto desdiciéndose de declaraciones realizadas días antes (hemerotecas al canto), pero lo más llamativo es que esa “normalización de la zona” deje de manifiesto que….los políticos digan que hay un operativo especial y reforzado….pero que aun existiendo, unos delincuentes “no profesionales”, puedan saltárselo y prender fuego a las viviendas de uno de los clanes enfrentados.
Ante esta situación nos hacemos varias preguntas:
¿Cómo es que existiendo, supuestamente, un dispositivo especial de seguridad pueden unos delincuentes incendiar una vivienda en uno de los focos más calientes de la zona?
En tal caso ¿cómo podemos los conductores estar tranquilos si aun con ese dispositivo especial los delincuentes habituales campan a sus anchas?
Es más, si esto ocurre con un supuesto despliegue extraordinario de medios ¿en qué situación estamos los conductores y usuarios en condiciones de “vigilancia normal”?

Lo plausible de nuestras manifestaciones deja en muy mal lugar a todos los que defienden la puesta en servicio de líneas en determinados recorridos, por irresponsables y por embusteros. Esperamos por ello que la suerte nos siga acompañando y que no se den incidentes en los que tengamos que lamentar daños irreparables o graves, en ese caso no cejaremos en intentar que todos los que han aplaudido, forzado o provocado el mantenimiento de estos recorridos, suficientemente conocidos como peligrosos, se les aplique los criterios de imputación que ha tenido en cuenta el Juez de Santiago de Compostela.