IMAGINAD SI TRAS EL ACUERDO DE LOS AMARILLOS HUBIESE PASADO IGUAL EN TUSSAM.
ESTA ENTRADA LEJOS DE SER UN ATAQUE A ESA ORGANIZACIÓN, ES UNA INVITACIÓN A LA REFLEXIÓN INTERNA EN DICHA FORMACIÓN.
AL IGUAL QUE EN LOS PARTIDOS DE IZQUIERDAS, EL ENEMIGO ESTA DENTRO, POR MUCHO QUE INTENTEN CIVILIZAR, LOS PRIMEROS A LA DERECHA Y LOS SEGUNDOS A LOS INDEPENDIENTES...LO QUE FALTA ES CONCIENCIACIÓN Y HUMILDAD...SOBRE SOBERBIA Y PREPOTENCIA.
Llegaron a primera hora de la mañana con la idea de debatir la hoja de ruta para el ajuste laboral en Prisa y se encontraron con el acuerdo firmado. Los miembros del Comité de Empresa de El País, compuesto al 100% por miembros de CCOO, decidieron ayer abandonar el sindicato después de que su Federación y la de UGT firmaran “a sus espaldas” un preacuerdo que servirá de marco para la reducción de la plantilla del grupo. La compañía comunicaba a finales de enero su intención de adelgazar su plantel en 2.500 personas, el 18% de su fuerza laboral.
Fuentes próximas al Comité de Empresa explicaron a El Confidencial que había indignación entre los representantes sindicales de El País, en tanto el documento “puede justificar la puesta en marcha de un ERE en el periódico, mientras se negocia un convenio en el que se pide que se incorpore más gente y se mejoren las condiciones de otras”. Más allá del contenido, se lamentaba “la falta de lealtad y moralidad” de la propia Federación de CCOO hacia sus afiliados. “La percepción del Comité de El País es que los dirigentes del sindicato se han vendido a Prisa por mantener un estatus”, aseguran estas fuentes.
Del mismo modo, se añade que la propia Federación de CCOO “llevaba meses presionando para alcanzar un acuerdo, ante el apremio que ejercía la propia empresa para satisfacer a los mercados”. En el documento finalmente suscrito, al que ha tenido acceso este diario, se asegura que las Federaciones de CCOO y UGT “ostentan la representación absolutamente mayoritaria en el ámbito de las empresas citadas [integradas en Prisa], así como una representación de los distintos Comités de Huelga, que ostentan la condición de representantes unitarios”. Los de El País, al menos, se desligaban ayer de esas ataduras.
‘Hoja de ruta’ para las salidas
Las negociaciones entre sindicatos y empresa han venido marcadas por el interés de la compañía en acometer un ERE de empresa, frente a la pretensión sindical de que el expediente se hiciera por unidades de negocio, tesis que finalmente salió adelante. El documento firmado ayer se suscribe para “establecer líneas básicas, principios orientadores, criterios de referencia y, en su caso, mínimos con el fin de que sirvan de guía sobre los procesos que se desarrollen en las distintas unidades empresariales”. Entre dichos parámetros, se incluye la indemnización de 45 días por año de servicio a un tope de 42 mensualidades.
El documento también establece que las salidas se cubrirán “acudiendo previamente a los procesos de voluntariedad” y fija las condiciones en caso de que el trabajador acepte recolocarse en otra empresa del grupo. Si ese cambio provoca una pérdida salarial, se contemplan fórmulas de indemnización. Del mismo modo, se ponen en marcha estudios para el cálculo de las condiciones de prejubilación de los trabajadores que deseen causar baja. No en vano la propia compañía tiene que hilar fino. Sólo ha reservado 95 millones para hacer frente al plan de ajuste y pagar indemnizaciones. A esa cifra debe ceñirse.
El buque insignia de Prisa no es ni de lejos el más afectado por el Plan de Eficiencia Operativa que marcará el futuro de la plantilla de Prisa y que contempla la rescisión del contrato de 2.514 empleados entre 2011 y 2012. De hecho, el grueso de las bajas se concentran en el presente ejercicio y en las áreas audiovisual y radiofónicas: 1.240 saldrán en la primera y 505, en la segunda. El Comité de Empresa de El País está formado por 13 personas en Madrid y se va hasta los 19 profesionales si se tienen en cuenta las delegaciones. Firman el documento por CCOO el secretario general de la Federación, Enrique Fossoul, así como José Francisco Fernández, Juan Manuel Gil y Juan Manuel del Campo.