Desde que en el pasado mes de febrero y después de mantener una unidad de acción que entendíamos era lo que demandaba la plantilla, descubrimos con cierta extrañeza como aparecieron desmarques justo cuando los tiempos políticos eran los más idóneos para presionar.
Movilizaciones que unos meses atrás eran idóneas, resulta que ahora no lo son, es más, todo parece desacuerdos y acuerdos pactados pero el resultado para ciertos mentores políticos son los mismos…tranquilidad, sobre todo tranquilidad porque no van a hacer ataques públicos hacia ellos.
Imaginad una familia (familia 1) que está pasando penurias económicas cuyos cónyuges simulan, de puertas para afuera, desavenencias graves con el objetivo de que sus familiares y allegados mantengan ayudas económicas, pero la realidad es que luego, de puertas adentro, todo está pactado.
Ahora imaginad otra familia (familia 2) en la que un hermano deja que otro sufra vejaciones e insultos sin mover un dedo porque está en contubernio con los acosadores. A su hermano, que no sabe nada de la película, le dice que es una pena que los otros hermanos no hagan nada. Pero la cosa da un vuelco cuando sus padres se enteran y denuncian públicamente el acoso, justo cuando menos le interesan los acosadores. El hermano malo, se justifica delante de los acosadores diciendo que son sus padres y delante de su hermano diciendo que gracias a él, sus padres y el resto de hermanos, han hecho algo para defenderle.
Tanto la familia 1 como la familia 2 tienen un nexo de unión que en realidad se convierte en una ventaja, la dificultad de demostrar esas acciones bastardas, a no ser que en circunstancias similares la reacción sea diferente porque los actores sean otros…en este caso observaremos la capacidad camaleónica de algunos…donde dije digo, digo diego…