Soy ciudadano, vivo en una democracia y por eso quiero elegir lo como me tienen que gobernar.
Días atrás escribíamos sobre las diferencias entre la forma de entender las revoluciones según se tratase de la cultura anglosajona o el resto. A día de hoy contemplamos estupefactos como no hemos sabido o querido poner freno a la posibilidad de que los políticos campen a sus anchas sin ninguna cortapisa más que la de vender acciones a favor de sus intereses como medidas de interés general, casualmente siempre como la mejor solución.
La mejor solución la tienden a convertir en la única solución, todo lo demás no vale…la insumisión a Europa no vale. ¿Qué podría pasar si los países periféricos de la Unión Europea tuviesen unos políticos menos interesados en manejar los subsidios y más en defender los intereses de su país? Ahí está el órdago.
Los países periféricos somos el sustento logístico de centro Europa, es decir, nosotros tenemos los productos brutos y ellos tienen el dinero ¿se arriesgarían a una dependencia de productor del resto de los mercados? ¿Del mercado asiático? ¿Del americano? Precisamente la creación de la Unión Europea tenía como objetivo eliminar la dependencia de mercados que no se pudiesen controlar.
En definitiva podemos hacer una comparativa del poder que tenemos los trabajadores y la falta de canalización del mismo a través de los representante “OFICIALES”, con la de los políticos.
