No hay duda de que nuestra empresa está llegando a una situación económica limite, cercana al punto de no retorno. Ante esta tesitura, los cuatro sindicatos hemos solicitado una ronda de contacto con todos los actores en liza para intentar buscar una solución consensuada y a largo plazo que permita reconducir esta situación.
A día de hoy la única entidad que se ha puesto en contacto con nosotros ha sido FACUA, de la que en principio hemos percibido receptividad y fruto de ella hemos acordado crear una mesa de trabajo abierta al resto de interlocutores, en la que trataremos de aportar propuestas de soluciones a la situación mencionada.
Tanto nosotros como FACUA hemos coincidido en que la principal e imprescindible piedra de toque para solucionar esta situación es la garantía de financiación a largo plazo, establecida con algún tipo de contrato programa que garantice las aportaciones económicas de las diferentes administraciones públicas. A partir de esta premisa fundamental, hemos coincidido también en la necesidad de realizar ajustes en el sistema de prestación y organización del servicio que lo haga más atractivo a los usuarios, aumentando los ingresos propios de la explotación que permita que las aportaciones externas puedan ir disminuyendo de manera paulatina.
Es cierto que esos ajustes se han de realizar desde un marco estable y con una garantía de estabilidad a largo plazo para nuestra empresa, así lo hemos puesto de manifiesto. De otra manera es inviable que los trabajadores acepten ajustes que solo sirvan para parchear la situación y sacar del atolladero a los que nos han llevado a este punto, que no son otros que los diferentes equipos de gobierno que han tenido responsabilidad para con nuestra empresa, manteniendo el inexorable y paulatino acercamiento a ese mencionado punto de "no retorno".
