En varias ocasiones explicamos, allá por el año 2007, como
los medios de comunicación se pliegan a los poderes políticos dada la carga de
servidumbre que estos últimos tienen hacia los grupos económicos de poder.
En estos días vemos como la prensa se ensaña con todo
colectivo que proteste contra el Ayuntamiento, lo mismo que hacia el
Monteserrin en su época.
Ponemos el ejemplo de la policía local a las que se le está
haciendo un marcaje al hombre desde que empezaron a enfrentarse con los políticos
de turno.
Hace unas semanas empezaron con el tema del reglamento y hoy
vienen en prensa el tema de las irregularidades en las oposiciones. Independientemente
de que sea verdad o no, cuestión que toca valorar a los jueces, es extraño que
un sumario que lleva más de un año abierto, se vuelva susceptible de ser noticia
relevante con un “está a punto de cerrarse”.
No cabe duda que la lectura de la noticia produce cierta confusión
al magnificar las siglas sindicales para dejar en un segundo plano la relación de
los altos cargos en la presunta corruptela.
Es evidente que la relación entre este tipo de noticias y el
aumento de la actividad sindical está más que demostrada, es por ello que no sería
de extrañar que si, llegado el caso, tenemos que realizar una ofensiva, nos encontraríamos
presumiblemente con una oleada de asuntos manipulados que será utilizado por
los medios de comunicación como arma arrojadiza para defender los intereses de
sus mecenas.
Los avisos que realizamos sobre determinadas cuestiones no
dejan de ser nada más que eso, avisos, pero muy susceptibles de convertirse en
realidad dado que en este país no solo hace falta una regeneración política y
sindical, es muchísimo más importante una regeneración periodística que, en
definitiva, no son más que los altavoces
que deberían poner en jaque a los sujetos que desde el sistema se aprovechan del
mismo. Lamentablemente no existen demasiados periodistas íntegros y
lamentablemente también ello es un espejo de la degeneración que han sufrido
las personas que se dedican a gestionar lo publico.