domingo, 20 de marzo de 2011

¿CONDENADOS?..NO, LIBRES

Los comportamientos sectarios, corporativos o excluyentes están a la orden del día en política y sindicalismo e incluso en sectores de la abogacía. 
A nadie se le escapa que existen sindicatos que tienen una tendencia política extremadamente marcada y que anteponen esa política a lo que son los intereses de sus representados. 
Tampoco se nos escapa que existe un tipo de coacción psicológica que obliga a otra persona a hacer algo que beneficia al primero y perjudica al segundo. 
Lo que está claro que el principal problema de que sigan utilizándose estas tácticas es ni más ni menos que la falta de memoria “histórica” que tienen los que se suponen que deban de mantener o repudiar a los “déspotas”, en definitiva los votantes. Si tenemos en cuenta siglas, el personal presupone que mantener una “C” en las mismas te convierte automáticamente en “corporativo”, estas estigmatizado, aunque casualmente siempre en el sentido negativo y peyorativo de la cuestión. 
Al contrario, otros, por el simple hecho de tener unas siglas que históricamente han representado unos ideales, son tratados como si aun mantuviesen esa línea genética, sin importar que a la hora de la verdad no sean ni por asomo la sombra de que fueron, eso no importa, los votantes somos tan lelos que nos olvidamos de los acontecimientos, imaginad a los miembros de la “CRUZ ROJA o la MEDIA LUNA ROJA”, armados hasta las trancas y matando personas en una contienda y al final han ayudado, curado o salvado a un menor número y además a los que se suponen no necesitan ayuda ¿incongruente verdad?. 
Asambleas de ensalzamiento de políticos cachimberos, publicación de fotos de los que “no comparten sus ideas para delatarlos ante su amo”, abogados que coaccionan a compañeros por no asistir a un juicio al que no estaban citados oficialmente, etc., estos son algunos de los ejemplos que estamos viviendo y que ahora no son reprobados e incluso nadie se acuerda que a nuestra organización de la ha acusado y se le sigue acusando sibilinamente de poner fotos de los tranviarios, publicar números de teléfonos, quemar coches, no defender a otros colectivos, tener vínculos políticos a nivel personal y algunas cosas más por las que se echaron las manos a la cabeza en su día, los mismos que ahora ejecutan ese tipo de acciones en sus medios oficiales, pero no pasa nada, no pasa nada tampoco que esos que por los controles hablan de vínculos políticos hayan mantenido y mantengan relación con políticos a los que incluso agasajan con viandas en sus domicilios particulares, no pasa nada, ¿verdad?. 
Pues, no, lo único que pasa es que mientras estos hipócritas generan esas situaciones, los políticos se frotan las manos, se mofan, se ríen e incluso disfrutan de ver como unos harapientos se matan por ser los reyes de las migajas, para controlar esas migajas y tener el control de los harapientos a los que se les dice que el enemigo es muy grande y que se conformen con el reparto. El político recortando las migajas, el vasallo conformándose, dado que ellos se llevan una suculenta parte y el pueblo callado….¿ese es el futuro que quieres?...los que no queremos ese futuro estamos iniciando la batalla, de momento en Plaza Nueva, después vendrán acciones más contundente, si así lo decidimos entre todos y lo más importante es que de esa decisión dependerá buena parte de nuestro futuro laboral, el pan es nuestro porque lo hacemos nosotros y las migajas para ellos y que se peleen entre sí, cámbiennos el paso, juntos podemos y recordad que el habito no hace al monje…abre los ojos.