martes, 23 de febrero de 2010

El control de los medios de comunicación. La democracia del espectador.

Afirmaba que era necesario porque "los intereses comunes esquivan totalmente a la opinión pública" y sólo una "clase especializada" de hombres responsables suficiente inteligentes pueden entenderlos y resolver los problemas que se derivan.
En una teoría sobre la democracia progresiva Lippmann diferenciaba dos clases. La clase especializada formada por ciudadanos que toman un papel activo en cuestiones relativas al gobierno. Esta clase representa un pequeño porcentaje de la población y tiene la función ejecutiva. La otra clase es el "rebaño desconcertado" que "brama y pisotea". Está formada por la mayoría de la población y su función es permanecer como espectadores, en lugar de ser miembros participantes. Dado que estamos hablando de un sistema democrático de vez en cuando se les permite decir "Quiero que tú seas nuestro líder". La gente es simplemente demasiado estúpida para comprendrer las cosas, por lo tanto no son aptas y sería inmoral permitir que participasen. Hace falta domesticarlos, por eso es necesaria la fabricación del consenso. Y distraerlos. Los medios de comunicación, las escuelas y la cultura popular tienen que estar divididas. La clase política debe crear un sentido tolerable de realidad e inculcar las opiniones adecuadas.

¿Cómo se llega a obtener autoridad para tomar decisiones? Sirviendo a quien tiene el poder real, a los amos de la sociedad. Si los miembros de la clase especializada dicen "puedo ser útil a sus intereses" pasan a formar parte del grupo ejecutivo. Eso si, deben callar y portarse bien y asimilar las creencias y doctrinas que sirven a los amos de la sociedad.
Muchos otros continúan con esta teoría. Reinoid Niebuhr, crítico de política internacional y llamado 'teólogo del sistema' afirma: "la racionalidad es una técnica, una habilidad, al alcance de pocos: sólo algunos la tienen, mientras que la mayoría de la gente se mueve por emociones e impulsos. Los que tienen la capacidad lógica deben crear ilusiones necesarias y simplificadoras desde el punto de vista emocional con el fin de que los bobos vayan tirando".
Harold Lasswell, fundador del sector de las telecomunicaciones y analista político destacado, decía en los años veinte: "no debemos sucumbir a ciertos dogmatismos democráticos que dicen que los hombres son los mejores jueces de sus intereses particulares". Por lo tanto, debemos asegurarnos que no tendrán la opotunidad de actuar basándose en sus juicios erróneos.
En un estado totalitario si los individuos se apartan del camino correcto se les da golpes de porra. En una sociedad libre y democrática deben utilizarse técnicas de propaganda. La propaganda es a la democracia lo que la porra es al estado totalitario.
Debido a los éxitos de la Comisión Creel y el "Miedo rojo" la indústria de las relaciones públicas experimentó una enorme expansión en la década de 1920. Sus líderes afirmaban que su compromiso era controlar la opinión pública, que es el mayor peligro al que se enfrentan las corporaciones.
En la década de 1930 aparecieron dos grandes problemas para el poder empresarial: una gran depresión y una creciente clase obrera en proceso de organización. En 1935 gracias a la Ley Wagner los trabajadores consiguieron una gran victoria legislativa: el derecho a organizarse de forma independiente. Eso planteaba dos problemas. En primer lugar el rebaño desconcertado había conseguido una victoria legislativa. En segundo lugar el pueblo tenia cada vez más posibilidades de organizarse. Si se organizan pueden ser más que espectadores. Los individuos deben estar atomizados, segregados y sólos. Que asumiesen el rol de participantes activos era una verdadera amenaza.
La respuesta de las asociaciones empresariales fue contundente. Había que asegurarse que ésta había sido la última victoria legislativa de los trabajadores, y así fue. El año 1937 hubo una huelga en Johnstown. Por medio de la propaganda el objetivo era enfrentar a la gente con los huelguistas. Se les presentó como destructivos, perjudiciales para el conjunto de la sociedad y contrarios al interés común. Todo esto apelando también al "orgullo de ser americano". Este conjunto de técnicas se denominaron "Fórmula Mohawk Valley" o "métodos científicos para impedir huelgas", utilizadas una vez tras otra. Una de éstas era formular un eslógan. La clave de los eslóganes es que no significan nada. Por ejemplo "apoyad a nuestras tropas", ¿quién va a estar en contra? Se debe crear un eslógan que no pueda recibir oposición y así no habrá gente mala que destruya la paz social con discursos en torno a la lucha de clases, derechos civiles... Ha sido y es una forma muy eficaz de inculcar los valores "correctos".
Su idea de democracia es un sistema en el que la clase especializada está adiestrada para trabajar al servicio de los amos de la sociedad. A la vez que al resto de la población se le priva de toda forma de organitzación para evitar los problemas que puedan causar. La mayoría de los individuos deberían tumbarse ante el televisor y tragarse constantemente el mensaje: "lo único que tiene valor en la vida es poder consumir cada vez más y mejor y vivir igual que la familia de clase media que sale en la pantalla y mostrar valores como la harmonía y el orgullo de ser americano".
Al rebaño se le debe distraer y aterrorizar permanentemente para que no empiecen a pensar por si mismos (es peligroso porque no tienen capacidad para hacerlo). La población debe mantenerse en la apatía, la obediencia y la pasividad. Y cuando se organizan de manera activa e intentan participar y hay una ola de disidencia entonces llaman crisis de la democracia a lo que es un avance de la democracia.
Para controlar la opinión pública se presenta la representación como realidad, valen mentiras, manipulaciones, y cuando hace falta, falsificar totalmente la historia. Simular que cuando atacamos y destruimos lo que hacemos en realidad es protegernos y defendernos de los peores monstruos y agresores.
Si se tiene el control absoluto de los medios de comunicación y el sistema educativo y la intelectualidad son conformistas se puede llevar a cabo cualquier política. La verdad queda enterrada bajo montañas de mentiras y todo hecho bajo "condiciones de libertad'.
Via: http://librexpresion.org/el-control-de-los-medios-de-comunicacion-ii-la-democracia-del-espectador