En 2007 fuimos tachados de violentos por defender con uñas y
dientes algo más que unos derechos, por defender el respeto que se nos debe
como trabajadores y nuestra propia dignidad.
La violencia, o la criminalización de la misma, referida a la
física, fue la excusa de algunos para machacarnos mediáticamente…¿acaso no es
violencia psíquica la que practicaron hacia los trabajadores?..pues muchos de
vosotros entrasteis en el juego, creísteis que la lucha fue radical y no os
parasteis a pensar en el origen del conflicto y en el resultado de haberse quedado
quietos en ese momento.
No cabe duda que la violencia no puede ser un fin, pero también
esta claro que hay momentos en los que la única alternativa que te dejan es
defenderte con los medios de los que dispongas…¿acaso si fuesen a matar a un
hijo vuestro repeleríais al agresor con margaritas y gladiolos? Está claro que
no, solo hay que tener constancia del fin de la agresión, defensa propia o
ataque premeditado sin provocación.
Los
lideres, casi todos, del paradigma pacifista tuvieron en algún momento que
repeler la fuerza con la fuerza, sin complejos, dado que los complejos solo da
ventaja al enemigo, enemigo que ha justificado la pasividad como elemento para
luego contraatacar…ETA violenta…si eres violento eres como ETA…generan
conciencia ciudadana de rechazo a la misma en base a lo sanguinario de las
acciones….con ello aíslan a los terroristas y justifican recortes en las libertades
criminalizando mediáticamente a quien se defiende de la violencia silenciosa de
poder político…
Lo hemos dicho en multitud de ocasiones y no por ello
estamos haciendo apología de la violencia…por mucho que intenten, aunque sea
subliminarmente, acallar los pensamientos revolucionarios, todo tiene un límite
que se puede resumir en que nadie, en situaciones extremas, dirá como el del
chiste: !!Alfredo, ten cuidado que me
estas vertiendo el acero fundido por la espalda y es una sensación muy desagradable!!...y
es evidente que el nombre no es al azar.