Al hilo de los calificativos hacia las acciones de los compañeros del taxi y sin entrar en valoraciones sobre sus reivindicaciones podemos comprobar cómo cientos de veces, durante los últimos tres años, nos hemos preguntado ¿Dónde están los periodistas independientes que se la jugaban para sacar a la luz la verdad? Pues parece que ese periodista se ha convertido en una especie de superhéroe de ficción del que solo queda constancia en las antiguas cintas cinematográficas del cine americano.
De nuevo y en un alarde de fascismo intelectual, arremeten con otro colectivo por el mero hecho de ejercer unos derechos recogidos en las leyes. De nuevo utilizan términos como, "secuestro", Rehén", "salvaje", para describir acciones amparadas por la Ley. Es como si dicen que los que han legislado, en ese sentido, están amparando delitos tras el texto legislativo correspondiente.
Cierto es que a estas alturas no vamos a descubrir la penicilina, pero por eso mismo hemos de ser perseverantes e imitar, desde nuestros modestos medios de difusión, a esos que si pueden ser considerados periodistas de otras épocas perseverando en difundir, al menos, nuestra versión de los acontecimientos sin que existan coletillas o frases sacadas de contexto de las que se puedan deducir que somos algo que no se ajusta a la realidad.
Tenemos que ser especialmente escrupulosos a la hora de realizar cualquier tipo de actos por el simple hecho de que los "políticos fascistas" tergiversaran los datos para acusarnos de acciones ilegales, teniendo en cuenta que a pesar de que la justicia nos dé la razón en última instancia, el daño en nuestra imagen queda hecho, dado que luego la panda de periodistas, pancistas, fascistas y embusteros, ni siquiera tienen la decencia de hacer referencia a que los "políticos fascistas, gestores fascistas y entidades al servicio de los fascistas" han vulnerado la Ley….y eso lo dicen las sentencias judiciales…suponiendo que respeten que en un estado de derecho dichas sentencias son la única fuente de verdad objetiva…
