Como viene sucediendo todos los años durante los meses de vacaciones veraniegas, la planificación del servicio en las líneas de Tussam es caótica y de baja calidad, poco acorde a la que se debería prestar a los usuarios/as de nuestras líneas de autobuses. La dirección de nuestra empresa no entiende o no quiere entender que no todos los ciudadanos de Sevilla se van de vacaciones, pero ellos año tras año, siguen recortando el número de vehículos, los horarios y la frecuencia entre vehículos de una manera radical y exagerada, incluso en líneas que el resto del año se explotan con vehículos articulados, en estas fechas además de reducir el número de vehículos, y aumentar la frecuencia entre coches, se asignan vehículos no articulados, o sea, de menos capacidad. Todo ello genera una clara y palpable falta de calidad en el servicio (¿ahora no están los encuestadores de Calidad?), problemas entre conductores y usuarios/as, aumento del número de reclamaciones, coches en vacio, dejando publico en las paradas haciendo la espera y el enfado del usuario/a aun mayor, llevándonos irremediablemente a una bajada del número de usuarios/as transportados. El discurso de la empresa es que en esta temporada no hay tanta demanda de usuarios/as, es cierto, pero la demanda que hay, que nos es tan cortita como la quieren hacer ver, se la acabáis cargando debido a la mala planificación de la oferta durante estas fechas, aumentando los tiempos de espera en parada de manera desproporcionada, con lo que consiguen aburrirlos y que acaben por no tomar los autobuses de Tussam, buscando otro método alternativo de transporte, cuestión que no todos se pueden permitir y precisamente son estos últimos tienen que sufrir en sus propias carnes las exageradas esperas. ¿Hasta cuando Tussam no se va a poner en el pellejo de los usuarios/as y dar un mejor servicio en estos meses? ¿De la calidad en la planificación también somos responsables los conductores/as?
Tenemos claro que el argumento de la empresa es simplemente económico y para ello genera un clima propicio para que los usuarios no tomen el bus, sobre todo ese usuario con menos poder adquisitivo que para nuestra empresa no es merecedor de un servicio de calidad, la plebe es la plebe para nuestro "licenciado" gerentucho, eso sí, el resto del año habilita incluso música clásica para que los usuarios de primer nivel sociocultural, ya se sabe, este personaje lleva muy a gala la política de diferenciación de clases.
Si existe un dato que la empresa utiliza para justificar la reducción de servicio; la comparativa de la caída de usuarios entre los dos últimos años. Esta tesis es claramente errónea ya que, en su momento genero una variable negativa en una de esas comparativas y que ha llevado irremediablemente a que un repunte de usuarios no pueda ser atendido de manera adecuada, creando descontento entre los mismos que les supone a replantearse el modo de transporte. La única manera de corregir la situación es teniendo en cuenta las opiniones del personal de movimiento (un estudio de incidencias en el que los trabajadores del servicio reflejen diariamente todas las que observen) que somos los que en realidad vemos in situ la demanda real, eso sería lo idóneo para el público y el servicio, pero supondría la muestra palpable de la ineptitud de los técnicos y directivos de nuestra empresa,