Cada vez nos sorprendemos más de la capacidad de persuasión y de ambigüedad que tienen los que a día de hoy están al frente del Partido de referencia (de momento) en la coalición IU, que quizás contraste con la súper intransigencia que procesan contra todo o todos los que no piensan como ellos y con la actitud clara y directa del otro partido fuerte de esa coalición, el CUT, nos explicamos.
Al margen de que pretendan gobernar con minorías como si fuesen mayorías, escudándose en políticas de “pactos” (lo mío, mío y lo tuyo de los dos), tenemos que centrarnos en la habilidad para moverse en el filo hilo de la “alegalidad”. A nadie se le escapa la política de “mirar para otro lado” que han mantenido durante años en relación a las acciones etarras, o la actitud de sus “agradecidos” en una visita de cierto líder de derechas a un populoso barrio de Sevilla, donde le tendieron una emboscada para evitar que captase votos de ese barrio y que lejos de ser una acción espontanea de personas que no compartan lo ideales de derechas, fue un acoso en toda regla. Es ciertamente extraño que el miedo a perder sus “privilegios les haga llegar a estos extremos, sobre todo cuando cualquier persona que se considere progresista y que conozca el barrio en cuestión sabe de sobra que esos vecinos tienen firmemente arraigada su ideología de izquierdas, siendo lo suficientemente inteligentes como para discernir donde está la trampa de unos y de otros, sobre todo de los que lo están haciendo mal y pretenden vivir del granero de cosechas pasadas, o sea, canta cigarra…..
¿Dónde queremos llegar? Pues a un acto que ha pasado casi desapercibido durante este verano y sucedido en plena Velá de Santa Ana. Sin entrar en el debate sobre la incongruencia existente entre el discurso populista y demagógico del Torrijos en relación a la laicidad política y la participación de “su” partido en una Velá con tintes y orígenes marcadamente religiosos, nos encontramos con una nueva demostración de intransigencia y actuaciones al margen de la ley (al menos eso se desprende de la detención del sujeto que realizo el intento de “contrapropaganda”) al intentar quitar una bandera española que ondeaba en los muros de la calle Betis, al objeto de que solo quedase la tricolor que ondeaba sobre la caseta de IU. El individuo ejecutor se confesó simpatizante de esa coalición y parece que su actuación se asemejaba mas al las habituales pruebas de “valía” que se exigen a ciertos chavales para entrar en las pandillaS de “delincuentes”. Aunque podamos estar de acuerdo con el ideario republicano, acciones como esta solo conducen a cerrar aun mas las puertas a este, pero es más grave aún es que la propia Policía Local “aconseje” quitar la bandera oficial de España para evitar altercados ¿Dónde vamos a llegar? ¿hasta cuándo se va a permitir que actúen como “dictadores Bananeros”? Nosotros no estamos de acuerdo con los que amparados bajo el paraguas de las reivindicaciones populares, las utilizan para crear de manera sibilina su propio estado de “derecho”, así empezaron los Obian en Guinea y ya sabemos en lo que se ha convertido.
Se puede comprobar que las actuaciones políticas del partido principal de esa coalición se asemejan bastante a las de organizaciones afines y a las acciones represivas que los propios trabajadores de Tussam hemos sufrido en nuestras carnes, pero eso es otro cantar.
Al margen de que pretendan gobernar con minorías como si fuesen mayorías, escudándose en políticas de “pactos” (lo mío, mío y lo tuyo de los dos), tenemos que centrarnos en la habilidad para moverse en el filo hilo de la “alegalidad”. A nadie se le escapa la política de “mirar para otro lado” que han mantenido durante años en relación a las acciones etarras, o la actitud de sus “agradecidos” en una visita de cierto líder de derechas a un populoso barrio de Sevilla, donde le tendieron una emboscada para evitar que captase votos de ese barrio y que lejos de ser una acción espontanea de personas que no compartan lo ideales de derechas, fue un acoso en toda regla. Es ciertamente extraño que el miedo a perder sus “privilegios les haga llegar a estos extremos, sobre todo cuando cualquier persona que se considere progresista y que conozca el barrio en cuestión sabe de sobra que esos vecinos tienen firmemente arraigada su ideología de izquierdas, siendo lo suficientemente inteligentes como para discernir donde está la trampa de unos y de otros, sobre todo de los que lo están haciendo mal y pretenden vivir del granero de cosechas pasadas, o sea, canta cigarra…..
¿Dónde queremos llegar? Pues a un acto que ha pasado casi desapercibido durante este verano y sucedido en plena Velá de Santa Ana. Sin entrar en el debate sobre la incongruencia existente entre el discurso populista y demagógico del Torrijos en relación a la laicidad política y la participación de “su” partido en una Velá con tintes y orígenes marcadamente religiosos, nos encontramos con una nueva demostración de intransigencia y actuaciones al margen de la ley (al menos eso se desprende de la detención del sujeto que realizo el intento de “contrapropaganda”) al intentar quitar una bandera española que ondeaba en los muros de la calle Betis, al objeto de que solo quedase la tricolor que ondeaba sobre la caseta de IU. El individuo ejecutor se confesó simpatizante de esa coalición y parece que su actuación se asemejaba mas al las habituales pruebas de “valía” que se exigen a ciertos chavales para entrar en las pandillaS de “delincuentes”. Aunque podamos estar de acuerdo con el ideario republicano, acciones como esta solo conducen a cerrar aun mas las puertas a este, pero es más grave aún es que la propia Policía Local “aconseje” quitar la bandera oficial de España para evitar altercados ¿Dónde vamos a llegar? ¿hasta cuándo se va a permitir que actúen como “dictadores Bananeros”? Nosotros no estamos de acuerdo con los que amparados bajo el paraguas de las reivindicaciones populares, las utilizan para crear de manera sibilina su propio estado de “derecho”, así empezaron los Obian en Guinea y ya sabemos en lo que se ha convertido.
Se puede comprobar que las actuaciones políticas del partido principal de esa coalición se asemejan bastante a las de organizaciones afines y a las acciones represivas que los propios trabajadores de Tussam hemos sufrido en nuestras carnes, pero eso es otro cantar.