jueves, 13 de agosto de 2009

COMPETENCIA DESLEAL

El ancho del embudo es lo que suele gustarle a todo aquel que tiene una empresa o negocio autónomo, siempre y cuando no exista otro colectivo que les haga la competencia. En el caso del taxi estaríamos hablando de una parte de ese colectivo que intenta por la tremenda acceder a más porción de la tarta.

Denuncian competencia desleal a Tussam.......... !!por los giros a la izquierda!!, vamos, inaudito. Lo que hace falta es que denuncien también por que los buses tienen más capacidad, porque el Metrocentro pase a Plaza nueva….

Cada sistema de transporte tiene su parcela o cuota de negocio que abarca a diferentes tipos de clientes, ya pasó cuando se implanto el Bus de Aeropuerto, en ese caso, se dio cobertura a aquellos que no podían acceder a una tarifa ¿abusiva? que suponía un desembolso más que sustancial, nos referimos especialmente a aquellos trabajadores que realizan sus labores en dicha terminal. ¿Qué necesitan medidas que les haga más llevadera la crisis? Pues a lo mejor, lo que no se puede es pretender quitarles a uno para dárselos a otros, claro que esto es fruto de la incapacidad que tienen algunas asociaciones del Taxi para mejorar las condiciones de sus representados sin recurrir a fantasías reivindicativas.

Nos viene a la cabeza una pregunta que podríamos hacerle a estos espabilados ¿Qué pasaría si se crease el consorcio metropolitano del taxi para que los compañeros de las poblaciones de la corona metropolitana pudiesen trabajar en Sevilla Capital? ¿No son ellos tambien servicios públicos? ¿Repartimos la tarta con ellos? o mejor aún, creamos lo que podríamos denominar ETAXASAM (empresa taxis sociedad anónima municipal) todos asalariados (en las mismas buenas condiciones que los propietarios actuales tienen a sus empleados) y sí tendrían la oportunidad de equipararse con Tussam….y todo ello por unos giros a la izquierda que suponen 50 metros más o apenas medio minuto…Algunos no saben qué hacer para buscar notoriedad y nos viene a la memoria el caso de los fabricantes de velas franceses que en 1845 denunciaron a la luz solar por competencia desleal