En el día de hoy se ha producido una reunión que nos hace albergar buenas expectativas de futuro para todos los trabajadores de Casal. En ella hemos llegado a un principio de acuerdo para iniciar una nueva etapa, con la intención de cerrar toda la vorágine jurídica iniciada desde las últimas movilizaciones. Por parte de la empresa, existe un compromiso de aplicar todo lo pactado y de manera retroactiva, no con la retroactividad que nos hubiese gustado, pero al menos vemos positivo el cambio de actitud, sin encontrar en el mismo ningún atisbo de derrota para ninguna de las partes, sino más bien de entrar en el sentido común que, quizás, ambas partes hemos mantenido al margen en los últimos tiempos.
Aunque el cierre de este acuerdo queda a falta de una reunión ASC-Empresa, creemos que era un paso que se tenía que dar, como hemos dicho antes, por puro sentido común, ya que mantener posturas encontradas no redundaba en beneficio de nadie y quizás el plantearnos ambas partes la posición desde una perspectiva constructiva y no de recelo, ha hecho posible que esto pueda ser el principio de una etapa de dialogo que dé lugar a unas relaciones trabajadores-empresa que beneficie a ambas partes.
No queremos hacer una lectura de ganadores y perdedores porque entendemos que en un enfrentamiento entre empresa y trabajadores, ambas partes son víctimas y no se puede, ni se debe hacer un discurso de ese tipo, y en esta línea queremos mantenernos, esperando que la próxima reunión finiquite de manera total las rencillas, recelos y distanciamiento que se ha tenido desde el desembarco de ASC en Casal. No quiere decir esto que tengamos que mantener una relación cuasi marital, ya que ambas partes defendemos, en ciertas cuestiones, planteamientos diferentes, lo que significa es que remaremos en el mismo sentido siempre que el respeto mutuo esté presente en ambas partes, sin intentar que ninguna de las mismas renuncien a los pactado y establecido, pero en disposición al dialogo a la negociación permanente.
