viernes, 23 de mayo de 2014

PIENSA Y ACTÚA...NO TE DEJES ENGAÑAR

El funcionamiento de las organizaciones sindicales debería de estar regido, al menos así en nuestro caso y en el de otras organizaciones que conocemos bien, por los propios afiliados, es decir, las organizaciones tendrían que canalizar las inquietudes de sus afiliados, que son en definitiva los que conforman o dan sentido a las mismas.
También conocemos que en determinadas organizaciones no existe esa pluralidad interna que nosotros entendemos como indispensable para no perder la identidad obrera y eso genera que aparezca el desencanto o la sensación de que el sindicato, en vez de ser la herramienta, forma parte del enemigo.
Los intereses generales de los trabajadores comienzan a defenderse desde el interno de las organizaciones, con un debate de ideas que tiene que estar sustentado en la utilización de los derechos que ya tenemos y ampliarlos, en la medida de lo posible, como medio de defensa, siempre en las mejores condiciones que seamos capaz de conseguir.
A partir de aquí podemos encontramos con sujetos que, acostumbrados a imponer o maniobrar sibilinamente contra las organizaciones, se dedican a mimetizarse en los matojos revolucionarios intentando imponer sus intereses personales o políticos a toda costa.

No cabe duda que cualquier maniobra o intentos de imposición que se realice desde estos grupusculos contra ASC van a ser contrarrestado con la mayor contundencia posible y por un motivo simple motivo: si la legislación vigente, que recoge derechos, ofrece los mecanismos ¿Por qué no los utilizan en vez de maniobrar desde la sombra?...recuerda: un sindicato no es ni más ni menos que sus afiliados…no sus dirigentes.