Creemos que siempre es buen momento para rectificar posiciones, lo mismo que estamos convencidos que hay quienes no escarmientan. Tras haber firmado un convenio de transición desde una posición de unanimidad y sin contrapartidas, fruto de dar cabida a las reivindicaciones de los trabajadores de manera transitoria, nos encontramos con un sindicato, sin representación en la empresa, que en un principio manifestó una férrea e imparcial critica al mismo, se posiciona públicamente de manera favorable al mismo como apreciamos en este enlace: http://www.sevillaactualidad.com/noticias/sevilla/46-sociedad/1246-sindicatos-y-tussam-firman-hoy-el-convenio-de-2009.html
Tenemos que tener en cuenta que la lógica siempre impera, como en este caso y como impero en el caso de los compañeros expedientados que, aunque tarde para uno de ellos, impero el sentido común.
No vamos a explicar de nuevo las virtudes de un acuerdo como el de este año, pero si queremos hacer especial hincapié en que la unidad sindical trae consecuencias positivas siempre que, de verdad, se velen por los intereses de los trabajadores. Aquí nos podemos detener ya que el punto de equilibrio entre el servilismo y la radicalidad ha sido determinante, sobre todo si tenemos en cuenta que podríamos estar hablando de retroceso laboral si se diese el caso de servilismo y de avance moderado en el otro caso, de todas formas el equilibrio conseguido entre todos ha determinado ese punto intermedio que consigue el resultado ecuánime y satisfactorio para todos. No podemos desechar las virtudes de posiciones de firmeza, con apoyo directo de los trabajadores, ya que esta firmeza determino en 2005 el convenio de mayor avance en la historia de Tussam, aunque para ello es necesario contar con el apoyo mayoritario de la plantilla y una correlación de fuerzas que permita dicha circunstancia.
En otro orden de cosas tenemos a los que no escarmientan, nos referimos al personal del Ayuntamiento, ahora se descuelgan con una mesa de trabajo para estudiar la movilidad en el centro de la ciudad y estudiar proyectos de ampliaciones de líneas, eso sí, no cuentan con ningún trabajador o sindicato de Tussam. Cuando se habla de retomar las relaciones y de austeridad económica obserbamos varias incongruencias en este asunto ¿Por qué no se cuenta con los trabajadores en estos asuntos y por el contrario se le da representación con voz y voto a los comerciantes? ¿Este es el camino para normalizar relaciones? Está claro que este camino solo conduce al alejamiento de posiciones y continua siendo fiel al estilo inquisidor habitual de los máximos responsables el Ayuntamiento.
Por otro lado observamos otra gran incongruencia en relación a la posible creación de líneas para que los comerciantes estén satisfechos ¿Con que dinero? ¿Pedirán a los trabajadores que se aprieten el cinturón para dar cobertura a las ansias recaudadora de los comerciantes? De nuevo se pone de manifiesto la política de servilismo hacia el capital y de regresión para la clase trabajadora.
La situación de los próximos meses puede verse enquistada si no se toman medidas para que exista un cabio de rumbo real en todo este sin sentido, ya que están poniendo todo lo necesario para que futuras negociaciones nazcan sin posibilidad de tener un final satisfactorio para todos. Aun así siempre entenderemos que el replanteamiento de posturas determinara un final adecuado y por ello continuamos dando un margen para que la cordura aflore en quien todavía mantiene posturas, cuanto menos irresponsables, que son más propias de orates que de personas civilizadas.