lunes, 25 de junio de 2018

¿NO HUELE UN POCO RARO AQUÍ?

El día de ayer debería haber sido una fiesta para todos los ciudadanos que se presentaban a las pruebas para obtener una plaza de conductor/a-perceptor/a en TUSSAM.

De nuevo y, ya no se cuantas veces van, la dirección de nuestra empresa se ha “cubierto de gloria” al haber ofrecido a los presentes todo un decálogo de como devastar las ilusiones, esperanzas y  esfuerzo de todas aquellas personas que en los últimos años han invertido su tiempo y dinero en preparar una prueba que les de acceso a nada más y nada menos que una plaza de empleo público y de calidad en una empresa municipal sevillana.

Me gustaría dejar claro que con el presente escrito no quiero hacer ver ningún tipo de preferencia por ningún color político, pero es que la diferencia entre la manera de gestionar nuestra empresa actualmente dista muchísimo de como se hacía en la anterior etapa politica, y eso que estábamos inmersos en plena crisis económica y, por consiguiente las limitaciones eran muchísimo más acusadas.

Llevo en esta casa tan sólo 4 años, y no me veía con la suficiente experiencia para valorar a las más altas cúpulas de TUSSAM pero, después de lo vivido hoy por las personas que con toda su ilusión se presentaban ya no me puedo callar.

Todo comenzó cuando publicaron un temario que poco tenía que ver con el que de forma habitual se ha utilizado para acceder a un puesto de trabajo en nuestra empresa, un temario, el manual de explotación de TUSSAM, al que relegaban a un insignificante 15% del total de la prueba teórica.

Se le ha dado más valor (50%) a un extraño libro, cuyo acceso al mismo era bastante complicado, que parece hecho a la ligera, mal redactado en muchas de sus páginas y con bastantes normas que contradicen al manual de explotación de TUSSAM, al que se le supone que es la guía a la que todo conductor-perceptor de nuestra empresa debe seguir a pies juntillas, además de un 20% al CAP, cualificación que ya TODOS LOS ASPIRANTES poseían, ya que es requisito indispensable para trabajar y se exigía para ser aceptado como opositor.

Tras ir poco a poco el personal obteniendo este fantástico libro, se acuerda que el tema 1.2 no sea objeto de examen puesto que no versa sobre transporte de viajeros, sino que habla de cargas.

Llega el día del examen y comienza el Show. Desconozco el número exacto pero más de 20 preguntas tienen que ser anuladas por no ajustarse al temario exigido, los examinandos, estupefactos, pedían explicaciones y el Sr. Gerente, con su particular “se sienten coño” cual Tejero en el 23-F de 1981, amenzando a los y las aspirantes con ser explusados si se levantan o hablan. Varios aspirantes, indignados, abandonan la sala y, por consiguiente la prueba.

Tras finalizar la primera prueba se hace un receso en el que los opositores y opositoras pueden (los que tuvieron suerte) conseguir un trago de agua que le ofrecían sus familiares a través de una reja como si fueran internos de un centro penitenciario, los que no pudieron conseguirlo, supongo que comenzarían la segunda parte de la prueba deshidratados.

La segunda prueba ha sido el culmen del despropósito, ya que debido a la velocidad con la que se debía realizar los diferentes ejercicios exigía ser un “Usain Bolt” de la lectura, comprensión y escritura para tener un mínimo de posibilidades. No se permitía acceder a la sala con reloj, ni había ninguno colocado o proyectado para que los opositores pudiesen controlar su tiempo y, para colmo no se avisó en ningún momento del tiempo que les quedaba para finalizar sino que, cuando el, a todas luces insuficiente tiempo disponible se agotaba, avisaban de tal circunstancia pillando a la gran mayoría de los aspirantes (por no decir al 100% de los mismos) con los ejercicios a medio hacer.


De verdad, no se que pensar, si ha sido alguna maniobra para enchufismo, si todo ha sido un cúmulo de torpezas o está siendo un proceso limpio, pero debido al dantesco espectáculo vivido por mas de un millar de ciudadanos en la mañana de hoy, sin duda la gerencia de TUSSAM ha dado rienda suelta a multitud de suspicacias que puedan tener los aspirantes porque, según cuenta Plutarco en sus “Vidas Paralelas”, “No basta que la mujer del César sea honesta; también tiene que parecerlo”


Me despido haciéndoos una pregunta tal y como, en una famosa serie de ficción, hace un conserje a unos vecinos “¿NO HUELE UN POCO RARO AQUÍ?”

Conductor 1534