Tussam se queda en bragas….por
una parte habla de ahorros y por otra regala servicios, o sea, dinerito, al Ayuntamiento,
bueno, a organismos dependiente de este.
Ya le hemos manifestado nuestra
queja sobre el tema de los servicios prestados al IMD, servicios que según el
gerente se están cobrando pero del que no aparecen los asientos contables de
cobro en los libros de cuentas de la empresa, eso sí, el IMD nos cobra a los
trabajadores por hacer deporte en sus instalaciones rompiendo el acuerdo que mantenía
con el CDC Tussam desde hacía varios años, ruptura que fomenta y refuerza la empresa al regalarle
dicho servicio.
En los últimos días nos
encontramos con el remolcado de un camión de bomberos realizado por el coche
taller de nuestra empresa, lo que contrasta con la cantidad de averías que los mecánicos
del mismo tienen que subsanar a diario debido la nefasta gestión que el
Jefe del Area de Mantenimiento realiza en el mantenimiento, valga la redundancia,
de los vehículos.
Queremos decir que la retirada
del coche taller de la calle para remolcar un vehículo ajeno a la empresa tendrá
un motivo sustancial con el cual avalar esta decisión…¿quizás rentabilidad económica?...si
es así le hemos solicitado a la empresa que nos lo haga llegar, la ley fáctica de
la transparencia promulgada de manera incansable desde la alcaldía creemos que
nos garantiza el acceso al dato. Pero ¿se puede permitir la empresa correr con
tareas externas desatendiendo las necesidades de movilidad de miles de
sevillanos?.
Es evidente que esperamos obtener
una respuesta aceptable, pero creemos que es difícil responder a estos
planteamientos de una manera medianamente acertada, teniendo en cuenta como
decimos que se pretende repartir tareas en el Departamento de Tráfico y de
organización apelando al ahorro y se anclen en el despilfarro según se trate de una cuestión u otra.
La falta de un criterio unánime,
claro y lineal es un escollo a la hora de generar confianza en la plantilla,
sobre todo en los conductores, criterio que cada vez se parece más a las acciones del pasado
a las que, según el gerente, debemos de dejar de mirar ¿Por qué? A lo mejor porque
pretende que de esa manera interesada nos olvidemos de por donde nos pueden venir los tiros.