martes, 14 de febrero de 2012

TUSSAM: REFUGIO DE DIRECTIVOS Y JEFES SUPERCAPACITADOS

Nos sorprendemos cuando la empresa dice en prensa de que no existe discriminación entre trabajadores, aunque a decir verdad no nos extraña que el Gerente no tenga conocimiento de según qué cuestiones y todo se deba a actuaciones de los jefecillos de medio pelo que les va mas el anterior modelo de relaciones laborales en el que se encontraban como pez en el agua.

Vamos a exponer dos casos que corroboran nuestra versión, veréis;

Un trabajador, conductor como siempre, se incorpora por la mañana en la toma de servicio. El supervisor le da un vehículo…el conductor detecta que un testigo indica que le falta agua….vuelve al supervisor que le asigna otro vehículo….la misma operación y de nuevo averiado….al fin, dos coches después, le dan uno útil….pregunta al centro de control que le manda a coger la hora…..Hasta aquí es lo habitual si no hubiesen reclamaciones de los usuarios, pero ¿Qué pasa si los usuarios reclaman?....pues lo de siempre, todos escurren el bulto y las culpas al conductor…!por causar perjuicio a los usuarios!.

Las preguntas claves….¿es el conductor responsable de que el jefe del taller dé útil coches averiados?...¿ es responsable el conductor de estas averías?....¿acaso el centro de control, sabiendo del retraso, no ha podido hacer nada para evitar la espera de los usuarios reclamantes?...es evidente que en estas cuestiones el criterio debe de ser claro….si las catalogamos como incidencias inevitables de la prestación de servicio, se le deberían dar a los usuarios las explicaciones correspondientes desde el departamento de atención al cliente. Pero si en cambio estamos buscando un cabeza de turco, responsabilidades o cuestiones de este tipo, debería de iniciarse un expediente global hacia todas las personas implicadas y no solo hacia el conductor.

Como otra muestra podríamos indicar la absoluta falta de profesionalidad del gabinete jurídico de esta empresa en relación a los altercados, agresiones e intentos de estas por parte de usuarios del bus o de las vías de circulación.

Cuando a un conductor se le agrede, o se intenta agredir y se producen daños, tanto hacia el conductor como al material de la empresa, esta última no suele denunciar al agresor, se inhibe de ello y deja la responsabilidad exclusivamente en el agredido, el conductor.

En esta cuestión, aun estando plenamente identificado el agresor y habiéndose producidos daños en los elementos de la empresa, es decir, hacia patrimonio público, entendemos que la empresa podría estar incurriendo en un presunto delito, puesto que es responsabilidad de esta exigir el resarcimiento de los daños producidos…pero..!Aquí no pasa nada!..Si el conductor quiere.. ¡Que denuncie! y si no…aquí no ha pasado nada…eso sí…si el conductor denuncia, encima, le dejamos solo…Así actúan los responsables jurídicos de esta empresa.

Dicho esto, le toca actuar a la Gerencia, sobre todo porque cabreamos al usuario y cabreamos a los conductores que son los que dan la cara ante este y en definitiva creamos una animadversión inútil entre estas dos figuras que, en definitiva, son las víctimas de la ineptitud de los responsables de la estructura de jefes y la absoluta falta de capacitación profesional de estos.