En estos días post electorales de pactos, contubernios y
cuitas internas, entendemos que ya es hora de hacer un análisis de situación pero
a modo genérico.
Lo primero que se nos ocurre que tendríamos que saber es quién es quién en cada
uno de los equipos, pero antes de hacerlo vamos a exponer en una introducción para elucubrar de
donde salen los amalgamas de partidos, siempre claro a nuestro modo de ver.
No cabe duda de que la ciudadanía reclama un cambio político
en el fondo y en las formas. Esa reclamación social quedó patente con los
movimientos del 15M, movimiento que englobó a todas las inquietudes ciudadanas
y asociaciones civiles que reclamaban una sociedad más justa y solidaria.
En su día, el 15M, carecía de organización interna que
canalizase de manera efectiva la fuerza de ese movimiento. Como ejemplo de esa fuerza podemos valorar que la participación
en las movilizaciones convocadas bajo este movimiento han sido las más masivas
desde los primeros tiempos de la democracia, además sin participantes “contratados”
o “subvencionados”, fuerza que ha sido aprovechada o canalizada, bajo nuestro punto de vista
y no por ello en términos negativos, por alguna que otra organización política.
Dicho esto entramos de lleno en lo que denominamos “Marketing
de marcas blancas”. En el enlace de referencia podéis leer el trasfondo de
ese marketing.
En política, especialmente en España, se tiende a utilizar mucho
la opción del “voto de castigo” al partido más
cercano a la posición ideológica de cada persona cuando este no ha cubierto las expectativas o se ha desviado de manera descarada de su génesis ideológico, es decir, se decide castigar antes que mantener
la fidelidad a los ideales. Estos, de manera genérica, son importantes a priori y se tienen en cuenta,
pero solo siempre y cuando haya una opción ideológica cercana. Se elige castigo derivando a una opción ideologicamente cercana, si existiese.
Ahí es donde
entran en juego las estrategias de marketing aludidas para evitar que el voto
de castigo se trasvase a la opción contraria.,,!!ojo!! normalmente las marcas
blancas tienen un recorrido limitado dado que tiende a degenerar por dos
principales motivos…se pierde el control de las mismas por parte de las
nodrizas y modifican las políticas que inicialmente promovían acercándose o alejándose descaradamente
a la opción política de referencia.
Una marca blanca política tiende a huir de encasillamientos ideológicos
preconcebidos, en los términos clásicos, vendiendo solo representación de la ciudadanía,
nuevas éticas o regeneración. ¿os suena? es un discurso que las nuevas formaciones mantienen casi con estilo marcial.
Ahora viene el análisis de presuntos escenarios o presuntas interrelaciones entre partidos
emergentes y partidos clásicos, todo ello siempre desde nuestro punto de vista
y teniendo claro también que no todos los candidatos, afiliados o participantes tengan que estar obligatoriamente en la pomada de la estrategia comercial, seguro que muchos n se han percatado, pero es algo habitual que los políticos
españoles clásicos utilicen a las personas para mantener sus status.
En esa misma linea podríamos elucubrar, siempre desde un prisma de escenario ficticio, que el primer partido que pudo utilizar el principio de marca blanca fue presumiblemente el PSOE. La formación UPyD nació fomentada
por un peso pesado de ese partido que se erigió disidente de las políticas del
PSOE. Durante un tiempo, la marca blanca, ha sido depositaria del voto de castigo al partido de referencia.
Siguiendo con elucubraciones podemos determinar que el segundo partido presuntamente en hacerlo y sin mucha
necesidad dado que puede presumir de ser una organización que tiene fidelizado
al electorado, fue el PP. La formación C´s aparece en el panorama político con
un índice muy alto de afiliados procedentes del PP e incluso con doble afiliación
y sospechosamente algún ex-ministro del PP entre sus valedores.
Cerrando el circulo de los posibles escenarios tenemos a la tercera fuerza en hacerlo presuntamente y en apariencia con un mayor éxito, IU, cuya mayor implicación en los movimientos
del 15M le han generado un mayor conocimiento de lo demandado por la sociedad, utilizando para canalizar dicha fuerza presuntamente a la nueva formación PODEMOS. De todos es
conocido el trasvase de dirigentes de la coalición de izquierdas hacia órganos de
decisión de la formación emergente.
Todo lo expresado anteriormente no tiene porque ser
negativo, al contrario, lo entendemos positivo porque aviva el debate y lo
aleja del bipartidismo acercando las alternativas. El recorrido, como ya hemos
dicho, tiende a ser normalmente corto (véase UPyD), aunque excepcionalmente
suelen perpetuarse o perdurar a poco que mantengan la calidad del discurso y
pregonen con el ejemplo.
Está claro que quien quiera hacer una lectura más simplista
es libre de hacerlo, no pretendemos tener razón ni apoyar políticas tradicionales,
pero al menos nos conformamos con hacer abrir los ojos, no solo a la ciudadanía, sino
a aquellos que militan, son candidatos o están en los órganos de decisión de
las marcas blancas y vean este texto, en principio, como una paranoia…el tiempo
da y quita razones….y las redes sociales muy chivatas….
Por cierto; ¿creéis que existen marcas blancas sindicales?...pensadlo
e informaos…eso lo dejamos para otra ocasión.