Programas de captación…se vende martillo en buen estado.
Antaño, las tácticas que
utilizaban algunos para robar afiliados no era más que coger al trabajador,
aislarlo y hablarle mal del sindicato donde militaba y de lo que podía ofrecerle
el del “conseguidor”. A día de hoy se están recuperando esas tácticas.
En publicidad siempre se ha dicho
que hablar mal de la competencia solo por desprestigiar no es buena táctica…puedes
hablar de la competencia reconociendo méritos y ofreciendo un producto que lo
mejora…puedes hablar de sus carencias…pero jamás deberías de convertir tus
carencias en méritos ni los méritos de los demás en carencias de estos.
No cabe duda de que la línea es muy
delgada, lo que da lugar a interpretaciones demagogicas, interesadas o
partidistas que hacen que, para el “cliente”, discernir de ambas posiciones será
un pelín complicado.
Llegados es este punto deberíamos
de buscar algún tipo de mecanismo para reconocer cual es la elección más
acertada.
La primera norma la podíamos establecer
en determinar cuál es el objeto del producto. En nuestro caso tenemos un martillo…simple…para
martillear. En el mundo de los martillos los hay de diferentes clases, cada uno
para un menester de martilleo particular y algunos con determinada
polivalencia.
¿comprarías un martillo para
aflojar un tornillo?...evidentemente no…¿y un martillo defectuoso, deformado o
sin cabo para martillear?....evidentemente tampoco, bueno, sí, si no tuvieses
alternativa…porque en ese caso siempre hay un roto para un descosido, aunque en
circunstancia de poder elegir, lo lógico es elegir el martillo que necesitas;
el especifico o el polivalente.
Como al burro; que le suene la flauta
al martillo inadecuado no le hace ser músico…será por eso por lo que vemos pocos burros en las
filarmónicas…
En el caso de que un martillo
defectuoso logre solucionarte algo en un momento puntual, como aflojar un
tornillo, no te quepa duda de que lo dejara inservible y después costara un
tornillo nuevo…por eso, elegir el martillo equivocado o, lo que es peor, elegir
el martillo defectuoso, tendrá sus consecuencias…de ahí que las tácticas comerciales aludidas funcionan solo cuando no conoces el producto.
Los martillos de Tussam son de
sobra conocidos…hay cinco…todos sabemos cuáles son los defectuosos, los
polivalentes y los que se enmascaran de martillo siendo yunques…los que les
elijen porque el comercial les cae bien, porque le conocen desde pequeño, o
porque en la campaña dicen que son lo que ya han demostrado que son, pero
obvian el objeto o para que están diseñados esos martillos…se hacen un flaco
favor…no quiero un martillo blando para clavar puntillas solo por que sea muy
bonito…no elijo un martillo con filo para sacar una abolladura en una chapa…no
elijo un martillo defectuoso para hacer trabajos de precisión…pero sobre todo
no elijo un martillo que ya se ha demostrado como inoperativo solo porque sea
bonito, me lleve bien con el comercial o me ha sacado un tornillo en un momento
determinado.
Martillito pilón…ese es el
nuestro…poco podemos hacer si se eligen burros porque le suene la flauta una
vez, solo seguir y seguir…si elijes un martillo cerciórate que sirva para martillear…que
no esté defectuoso…y recuerda que una llave inglesa martillea y un martillo
afloja tornillos…ambos dejan marcas usados a la inversa….pero cerciórate que es
un martillo…hay mucho impostor y estamos seguro que tu compras en mediamark.