Sevilla a 22 de febrero de 2016
De nuevo,
y no sabemos cuántas veces van, y tendrán que venir, para que la planificación
en la empresa, se haga de una forma lógica y adecuada a los tiempos y a los
eventos que se originan en la ciudad, pero mucho nos tememos que de nuevo se
hará un canto al sol, y los que tienen la responsabilidad se irán de rositas
sin tener que dar explicaciones de su falta de aptitud, que ya para eso están
los de siempre, los conductores en la
calle que son los que tienen que poner la cara, de cara al público.
La
primera circunstancia del fin de semana, por si no tiene constancia, fue la
comida de la pasta, y la recogida de dorsales de los participantes al maratón
que se organiza todos los años, algo que no es nada nuevo, por lo que imaginamos
que en la empresa habría alguien que debiera saber que 13.000 eran los
participantes además de los acompañantes, y que buena parte de ellos tendrían
que ir al palacio de congresos, ya que son personas que vienen de fuera, pues
bien, como es normal, la línea 27 no estaba preparada con los vehículos
suficientes para dar respuesta a la demanda que tenía, y como no puede ser de
otra manera los conductores que prestaban servicio fueron los que asumieron la
falta de profesionalidad de otros departamentos, incluso ni para la hora de los
relevo, que como no puede ser de otra forma
se realizaron con retraso sin que nadie se preocupara ni coordinara los citados
relevos, como consecuencia de ello, los conductores fueron los que tuvieron que
hacer funciones que no les compete y buscar los relevos y gestionar la falta de
recursos.
Para
intentar paliar la falta de planificación, se sacaron vehículos de otras líneas
para reforzar la línea 27, lo cual
provoco que todas las líneas afectadas padecieran las carencias, ya que como
tenemos que volver a recordar buena parte de los 13.000 participantes se
desplazaban por las distintas zonas de la ciudad llevándose una no muy buena
imagen del trasporte, y de la ciudad, no estando a la altura que creemos que
merecemos, por lo menos los conductores, el resto, está para lo que está, tampoco
vamos a pedir algo que es endémico en la empresa desde hace mucho tiempo y que
nadie parece darle una solución.
En cuanto
al propio día del maratón cabe reseñar que cuando termino la prueba, el caos
volvió a hacerse notorio, ya que las personas que asistieron al maratón junto
con los acompañantes no tenían un servicio adecuado para la demanda que había,
con lo cual se puso de manifiesto nuevamente la falta de planificación.
Por todo
ello solicitamos que se depuren las responsabilidades a nivel organizativo que
correspondan, y se premien a los trabajadores que durante el fin de semana han
trabajado, y que han sufrido la nefasta planificación de la dirección de la
empresa, ya que consideramos que hechos de esta naturaleza no se deben de
producir.
Sin más reciba un cordial saludo. Angel R.