A: DIRECTOR DE
PLANIFICACIÓN
DE: EJECUTIVA DE ASC
ASUNTO: REGULACIONES ANÓMALAS
Nos dirigimos a usted para
que ponga fin a determinadas prácticas que suponen un uso y abuso de la posición
de superioridad jerárquica utilizando medios públicos para castigar o premiar a
un trabajador de manera arbitraria.
En varias ocasiones hemos mantenido
un debate sobre la manera de optimizar las regulaciones de las líneas para
evitar que la carga de trabajo de un operario recaiga en otro por el mero hecho
de que las dinámicas individuales de trabajo vayan a ritmo diferentes.
A lo largo de dicho debate
hemos convenido que se debe de intentar que a los trabajadores cuya dinámica difiere
del resto se les intente poner en hora para que el servicio no se vea
excesivamente mermado. Realizada esta operación (creemos que en al menos tres
ocasiones y de manera clara), no observamos inconveniente en que la dinámica de
ajuste sea la de que el resto de vehículos de la flota vayan adelantando al
que, por las circunstancias que concurran, mantiene una dinámica diferente.
Como bien sabe, en ASC
tenemos un lema claro: AL TRABAJO DALE SU TIEMPO…lo que claramente supone que, tratándose
de transporte de personas, no se puede obligar a nadie a ir por encima de unos límites
que, por sus capacidades, puedan hacerlo peligroso para los viajeros, los
usuarios de la vía y el propio trabajador, recordando que la Ley de Seguridad
Vial ya recoge de manera meridianamente clara, cuales son los supuestos que por
baja velocidad suponen infracciones de tráfico, algo que en nuestros quehaceres
diarios no sucede.
Dicho lo cual y retomando
el asunto, le solicitamos que ponga coto a la actuación de algunos mandos que,
bajo el pretexto de la dinámica diferencial, actúan lindando los límites entre
sus competencias y lo que la situación requiere en cada momento, es decir,
utilizando el escudo técnico como fórmula para “castigar” a quien en cada momento
le venga en gana al fulano de turno, dándose la circunstancia de que la actuación
de quien se supone jerárquicamente en posición dominante, ha obviado claramente
el deber de servicio público.
Para ello le reiteramos
que antes de que se aplique la dinámica de retrasar sistemáticamente a los vehículos,
se le dé la oportunidad de partir de cero, es decir, que se le corrija el
atraso de manera real y eficaz, al menos en tres ocasiones antes de que el
resto de vehículos le rebasen y por supuesto que se le ponga coto a esos que
abusan de su posición jerárquica usando subterfugios normativos por el mero
hecho de que tengan su listado de trabajadores de clase A o de clase B.
Sin mas, reciba un cordial saludo