El
pasado sábado leímos una noticia que, si bien es positiva porque al fin los
golfos y golfas que dificultan nuestro trabajo pagan contundentemente, tiene
componentes que deja entrever el desprecio con el que este gerente trata a los
trabajadores.
Tenemos que recordar que en su día, estando ASC al frente
del Comité de Empresa, acordamos con Torreglosa que la empresa se personaría en
los casos en los que los conductores o trabajadores de la empresa se viesen
envueltos…es decir, hacer cumplir lo que estaba recogido en el
convenio y que desde hace años la empresa no cumplía…nos costó, pero
conseguimos que se hiciese…Arteaga mantuvo el desarrollo del acuerdo…
Desde la llegada del “chato” (seudónimo cariñoso con el que irónicamente
denominaremos a nuestro querido gerente),
eso se acabó…no solo no se personan en dichos casos, sino que hacen que el
delegado mienta públicamente dándole información falsa…que lo mismo tuvo que
ver con quitarle políticamente de en medio...como en el caso de Jorge Sotelo.
La empresa desprecia taxativamente a los trabajadores,
bueno, el “chato” en cuestión…
Tenemos que recordar que, desde que esta el chato, esta empresa ya no impulsa que los conductores tengamos la consideración de
agentes de la autoridad. Recordar ademas que el comité lo ha sacado del parlamento para
llevarlo a una de las consejería dependientes…es decir, burocratizar algo para
eternizarlo, porque lógicamente primero tiene que nacer la ley y luego el
desarrollo en la consejería que corresponda…lo que dijimos ayer…o bailan el
vals con la empresa o sus capacidades quedan claramente retratadas...es decir; son más que limitadas.
ASC seguirá su pelea…no vamos a dar un paso atrás
en el tema de que se nos consideren agentes de la autoridad, ya que la noticia
a la que nos referimos deja claro que si fuésemos agentes de la autoridad (a
los efectos oportunos claro está) noticias como esta haría pensar mucho a
determinados individuos a la hora de insultar, agredir o faltar al respeto a
los trabajadores de Tussam…claro que esto al chato y sus secuaces como que no
les importa mucho.