Esta mañana hemos enviado una propuesta de acuerdo a todas
las secciones sindicales para proceder a la apertura del Comité de Empresa.
Aunque no tenemos aun contestación oficial, después de
remitir a las secciones sindicales nuestra propuesta hemos recibido un
comunicado convocando pleno del comité para el próximo viernes 23, pleno que al
parecer esta consensuado entre CCOO y SITT.
Según informaciones oficiosas que nos han llegado, parece
ser que existe un preacuerdo entre las formaciones aludidas para repartirse los
cargos del comité de empresa entre ellos.
Sabemos que podréis pensar que la fuerza mayoritaria, con casi un 100 votos de diferencia con la segunda debería de pivotar el Comité de Empresa, pero creemos que lógico informaros que, si bien es lo éticamente correcto y políticamente correcto tener un dialogo previo con esta, lo cierto es que es legalmente correcto...ya hemos visto en esta legislatura como esa ética fue utilizada para romper un pacto existente, pero así son las cosas cuando la coherencia, la ética y la legalidad tienen raseros a demanda.
Por nuestra parte y si es así, nada que objetar, la
democracia genera esas correlaciones que para nosotros tienen el máximo de los
respetos, cierto es que siempre hemos entendido que como fuerza mayoritaria teníamos que
dar el primer paso, aunque parece ser poco fructífero, para su apertura como así
hemos hecho, desconocedores de ese presumible pacto previo.
Llevamos dos legislaturas de complicaciones en las relaciones
laborales, sobre todos asumiendo que quizás nuestra aguerrida defensa de los
derechos y de los acuerdos alcanzados haya podido ser una de las causas por las
que el resto de organizaciones hayan estado un pelín alejadas de nuestros
planteamientos, quizás la subida de apoyos a esas organizaciones menos “exigentes”
se haya determinado por eso.
Como hemos dicho, nada que objetar al respecto, la
democracia tiene estas derivas.
En campaña electoral ya hablamos de los cumplimientos o no
incumplimientos de los programas, algo que ahora se queda de manifiesto dado
que las apuestas por un comité fuerte, participativo y democrático manifestadas
por el resto de fuerzas en sus programas, contrasta sobremanera con lo que
presumiblemente va a ser una exclusión de, al menos que conozcamos, ASC en el reparto de cargos.
No cabe duda que la cosa no empieza muy bien en esta
legislatura y con un convenio en ciernes, quizás aplicar el rodillo no es la
mejor fórmula. No obstante y teniendo en cuenta estos presumibles movimientos, ASC continuara con su línea reivindicativa
a diferencia que en esta etapa nos ha tocado, por decisión democrática y
estrategia sindical de CCOO Y SITT, estar, en principio y según parece junto a
CGT, en la oposición, con todo lo que
ello conlleva.
Lo que no espera no lo vemos demasiado positivo, teniendo en
cuenta que incumplir un programa electora en la primera decisión no es una
carta de presentación que nos lleve a pensar de otra manera, ya que nos asaltan
seriamente las dudas sobre que desde la actual presunta mayoría defiendan a
capa y espada todo lo planteado en sus programas electorales a la hora de
negociar el convenio.
Pedir un comité fuerte, democrático y participativo pero
haciendo un pacto a dos partes no nos garantiza que eso de equiparación entre categorías
(que lleva implícito las 7 horas sin computo, entrar y salir en depósito, la
VPY para todos etc.) sea una realidad bidireccional…nos lleva a pensar que será
muy al contrario…aunque no cabe duda de que ASC utilizara toda sus capacidades para que eso no ocurra…siempre
desde la posición minoritaria a la que nos han abocado, democráticamente, las
organizaciones que han pactado esa mayoría.
Para finalizar solo tenemos que desear a las fuerzas aliadas,
suerte en esta andadura, teniendo en cuenta que la van a necesitar y teniendo
en cuenta que tomar una iniciativa de pacto de este tipo, que han eludido en
los últimos ocho años, en una etapa en la que los trabajadores tenemos que
recoger los frutos de nuestro esfuerzo y los derechos perdidos (palabras
textuales de ambas formaciones) sin dejar absolutamente nada en el camino, se
antoja hartamente complicado, aunque bajo nuestro punto de vista no es
imposible si se mantiene el nivel de exigencia ante la dirección y los políticos.