En tiempos en los que la participación de los trabajadores
en nuestra empresa parece que puede dar un salto cuantitativo y cualitativo
respecto a los avances de la era Torreglosa, es necesario que se sienten determinadas
bases para que la participación de los trabajadores vaya algo mas allá de una
simple participación activa.
Nuestra empresa, al menos con direcciones obsoletas en lo
que respecta a estilos de dirección, siempre ha estado más pendiente de
sustentar sistemas clientelares de determinadas organizaciones, que de apostar
por el talento puro y duro.
Dentro de ese ámbito y teniendo en cuenta que tanto las
nuevas hordas políticas y sindicales como la propia evolución de la sociedad están
demandando que los talentos sean impulsados en el organigrama interno del país,
creemos que es un buen momento para demandar de la dirección esa participación activa
que nos pueda llevar a implantar un modelo de dirección lo más cercano a la gestión
compartida.
En momentos en los que las responsabilidades societarias están
en un nivel técnico/jurídico que suponen determinados riesgos legales para los gestores,
riesgos patrimoniales personales directos, entendemos como buena etapa para
querer participar directamente, al menos creemos que las organizaciones
sindicales que se precien de ser responsables tienen que hacer una apuesta
decidida en fomentar este cambio de
rumbo.
No vamos a extendernos mas, pero entendemos interesante este
articulo que enlazamos para que entendáis a que nos referimos con lo de gestión
compartida;
24 junio, 2013/por Juan Ramón Rosselló
La empresa, como ente vivo y dinámico, se encuentra en un
proceso constante de cambio y búsqueda de estrategias para asegurar su
supervivencia y mejorar su posición competitiva.
Es evidente que en épocas de crisis o depresión como la que
vivimos se hace más necesario, si cabe, acopiarse de métodos que potencien la
situación presente y proyección futura de la empresa.
En adelante prefiero utilizar el término depresión,
no crisis, debido a la semejanza con La Gran Depresión, en cuanto a la
“gravedad y dilatado periodo” de deterioro económico, financiero y social que
está atravesando “el primer mundo” desde principios de 2008.
La Gran Depresión se inició en la crisis bursátil de 1929 y
se prolongó económicamente hasta principios de los años 40 y también se
caracterizó por un alto nivel de paro, un desplome de la inversión, restricción
del crédito, reducción alarmante del consumo y una contracción prolongada de
la economía.
El tan manido término capital humano vuelve
a ser protagonista nuclear del presente artículo, pero en esta ocasión desde su inestimable
potencial en el desempeño de la gestión de la empresa, conocido como cogestión.
La cogestión es una apuesta por ir
más allá de la gestión del talento como factor de producción centrado tanto en la
cantidad como en la calidad del proceso productivo….SIGUE
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En este otro enlace podeis ver claramente las ventajas de la cogestion.
En este otro enlace podeis ver claramente las ventajas de la cogestion.