No cabe duda de que cuando existe un
enemigo de entidad, aunque se le minusvalore a lo según ellos tienen una representativamente
residual, se pone toda la carne en el
asador para intentar derribarlo, aunque sea a costa de mentiras, contradicciones
y medias verdades.
Esto tipo de actuaciones es de común aplicación
a determinadas organizaciones que simplemente buscan del sindicalismo la compra-venta
de favores, eso sí, de uso exclusivo y aplicándoles otro denominativo más
rimbombante: DE CLASE.
No cabe duda que las denominaciones
tiene que estar avaladas por hechos, que no puede hablar de honestidad aquel
que es deshonesto, que no puede hablar de prebendas el que vive de ellas y que
no puede hablar de representatividad real aquel que es incapaz de movilizar a
sus propios afiliados…más aun…que no puede hablar de defensa de los derechos
cuando solo ellos han sido los culpables de haber dilapidado todo lo que sus antecesores…a contrario que los actuales esos si estaban
realmente apoyados por los afiliados y no por números comprados con acciones
clientelares (cursos, enchufes y demás) …consiguieron con lucha real.
La defensa de clase no se puede
llevar a cabo desde las imposiciones, a costa de dar a unos quitando a otros,
en cualquier caso deberían ser los trabajadores los que decidan esta máxima, de
ninguna manera puede venir impuesta por nadie…eso se llama libertad de elección,
algo que a algunos le viene grande.
En el momento que una organización hace
una valoración negativa de los derechos laborales se convierte de manera automática
en una organización amarilla, no corporativa si no amarilla en todo su contexto
más amplio ya que hacen suyos los argumentos más rancios de la paleolítica
clase empresarial española, lo que nos lleva a determinar que posiblemente se
refieran a la defensa de “esa clase”.
Está claro que quien mucho abarca
poco aprieta y quizás el modelo de coordinación de organizaciones sindicales se
esté demostrando más efectivo que el modelo piramidal de una sola estructura, a
los hechos nos remitimos.
La lucha independiente de los
trabajadores sindicados en organizaciones ajenas a los monstruos es más
efectiva a tenor de las loas que reciben por parte de los aludidos…es evidente
que hay casos y casos, pero normalmente suele ser más efectiva en el entorno en
el que se mueven, entre otras cosas porque conocen la idiosincrasia de dicho
entorno y no vienen desde afuera con claras directrices de sobre que, como y
cuando hay que firmar los acuerdos.
Otra de las cuestiones que, al margen
de lo anterior, hace que los sindicatos “de clase” teman a los pequeños, corporativos
o como quieran llamarnos es el hecho de que consigan representatividad
suficiente para poder está en las mesas sectoriales de negociación, esa mesa
donde tienen la mamela y de la que nacen mas acuerdos favorables a sus
estructuras que a sus representados, casualmente
esa mesa de la que excluyen a esos sindicatos que meten en el saco de “su
clase” pero que a todos los niveles están a años luz, en todo y por todo, de
ellos mismos, de hecho están más cercanos al sindicalismo independiente y directo
que de ellos…casualmente algunos de las organizaciones a las que aluden son
participantes activos en la CST, junto con sindicatos de “no clase” como ellos
dicen , lo que demuestra que están muy alejados de la realizad obrera de este país,
al menos mas que algunos.
Otras de las hipócritas mentiras que,
a nuestro modo de ver, por supuesto no es dogma aunque bien podría serlo y por
lo tanto correríamos el riesgo de parecernos a ellos en demasía, es la de
hablar de los efectos positivos de la inflación sobre los trabajadores, de
justicia social y sin
embargo ser enemigo acérrimo de las subidas lineales….¿dónde está el truco?...¿a
quién quieren engañar?.
Las incongruencias informativas están
más que demostradas cuando hablan que los sindicatos profesionales o
corporativos solo funcionan en colectivos determinados y “poderosos”, entre los
que incluyen a los periodistas, llevando el tema en contrario sobre las
precarias condiciones de este colectivo…¿acaso los periodistas son idiotas o es
que lo son ellos?...está claro que tratar a la gente de tontos es el deporte
nacional de algunos y así les va.
El cinismo, rayano en la desvergüenza
más absoluta, llega cuando intentan confundir derechos con prebendas y vincularlos
al sistema clientelar que ellos siempre han practicado, extendiendo la “especial”
condición de FETICO, a todos los
sindicatos independientes…¿Por
qué estos dicen públicamente en este enlace otra cosa?...¿tendrán
algo que decir de lo que recoge este enlace?...imaginamos que todos esto sinvergüenzas
estarán fuera de sus estructuras a tenor de estas actuaciones que según ellos
son motivo más que suficiente para su “inmediata expulsión”….¿conocéis la
aplicación estatutaria de expulsión de algún golfo?...lo que sí está claro es
que los transparentes si utilizan la vía estatutaria que sea para amenazar al
que quiera tirar de la manta..leed
esto.
Terminamos dejando claro que un
sindicalista que se precia no puede ni debe criticar las condiciones laborales
que los trabajadores hayan conseguido con su presión u organización independientemente
de la organización que lo pivotase, sobre todo siempre que estas condiciones no
vayan en detrimento de otros colectivos, algo que usualmente ellos practican.
Sobre todo no se puede hablar de prebendas o de los tiempos de crisis para
criticar el uso de un derecho cuando se accede a subvenciones
millonarias de difícil justificación y a tramas de presuntas corruptelas para
su financiación
adicional a las “oficiales” , pero sobre todo quedan desautorizados de
facto si ojeamos el enlace que aquí exponemos…no
cabe duda que la demagogia da mucho juego, pero la información apoyada en
hechos contrastados solo da la pelota a quien de verdad sabe jugar, no a
mentirosos compulsivos.